En la última sabatina, la 461, el Presidente manifestó que el Ecuador está muy bien y que el ahorro no es bueno, que es como tener guardado el dinero bajo el colchón sin producir y que por eso tenemos una economía sólida y saludable, tanto que somos un ejemplo para Latinoamérica.
Si nos basamos en ese concepto entonces realmente debemos estar muy bien porque no tenemos dinero para pagar los sueldos a los empleados públicos, los contratos del Estado, las asignaciones de los gobiernos seccionales.
Al escuchar el discurso de Correa daría la impresión que el país está mejor que nunca y que tenemos al Presidente perfecto que no ha cometido errores en su gestión, salvo por un penoso detalle y es que cada día son más los ecuatorianos que sufren para poder llevar el alimento a sus familias desde que la crisis empezó.
La verdad ya me queda la duda si él señor está totalmente desconectado de la realidad por la que está atravesando el país o simplemente está tratando de vendernos una imagen con miras a las próximas elecciones. Pero si es así, se está olvidando de un pequeño detalle y es que el hambre y la necesidades son más fuertes que cualquier propaganda política.