La seguridad es consustancial con el aparecimiento de la humanidad, que en principio tuvo que agruparse para defenderse, dotarse de garrotes y lanzas, buscar albergue en cuevas y cavernas, subsistir con la caza y pesca, control del fuego, etc.
La mejor Ley de Seguridad Social que tienen y han tenido todos y cada uno de los países del mundo es su Constitución Política, Ecuador no es la excepción, pues en su mega ley se consagran todas las seguridades necesarias para cubrir a sus habitantes como: salud, trabajo, educación, vivienda, protección en general.
Parte de la seguridad social, son los seguros sociales, que en Ecuador surgen en marzo de 1928 con la Caja de Pensiones para proteger a funcionarios del magisterio, empleados públicos, bancarios y a militares.
En 1935 se dicta la Ley del Seguro Social Obligatorio en la que se establece el aporte personal y patronal para su funcionamiento y financiamiento, manteniéndose a la Caja de Pensiones como la institución ejecutora bajo la dependencia del Instituto Nacional de Previsión.
En 1937 se crea la Caja del Seguro de Empleados Privados y Obreros apareciendo por primera vez el Departamento Médico. En 1942 con la nueva ley del Seguro Social Obligatorio se establece el 40% de contribución del Estado para el adecuado financiamiento de todas las pensiones del seguro general. También se incorpora como otra prestación el “seguro de enfermedad y maternidad”.
En 1963 se fusionan la Caja de Pensiones y la Caja del Seguro para crear la Caja Nacional del Seguro y el Departamento Médico para luego en 1970 transformarse en Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social -IESS- denominación que se mantiene hasta la actualidad.
Con esta nueva identidad se confunde el todo por la parte: la seguridad -conceptualmente- responsabilidad del Estado se le asigna a una institución, que por su naturaleza protege a la población asegurada.
Este esnobismo ha sido corregido en otros países como México, Costa Rica, Uruguay que identifican a sus institutos como de Seguros Sociales.