Para un campeón formador de campeonas y campeones. Para el mejor técnico de atletismo de su época, hoy una alma grande Juanito Araujo Estévez.
El atletismo de fondo era practicado principalmente en los estratos sociales inferiores con sueños de triunfos y hambre de gloria. Los estímulos eran la adrenalina y el defender la camiseta con esfuerzos físicos supremos en la pista y el asfalto.
Juanito, solidario, nos acogió y entreno con sol o lluvia, en la madrugadas y noches. Nos preparó además para la vida. Siempre cerca de nosotros en las partidas y emocionado en las metas. En su última meta estuvieron sus pupilos de antaño y los actuales. Quijote realista de grandes aciertos. Ya estarás lanza en ristre, cronómetro en mano, en los soleados y verdes campos del paraíso.