Con referencia al artículo El Issfa no es una República Independiente (EL COMERCIO, domingo 15 de mayo de 2016) suscrito por el Sr. Presidente de la República, permítame realizar las siguientes acotaciones: Efectivamente, el Issfa no es una república, es una institución esencial para los miembros de las Fuerzas Armadas, con la finalidad de proporcionar seguridad social al profesional militar, sus dependientes y derechohabientes. Por lo mismo, cierto es que no genera recursos: genera seguridad y bienestar social con fondos que constitucionalmente recibe del Estado, el aporte del personal en servicio activo y los réditos de sus operaciones crediticias. En consecuencia, no es ningún privilegio su patrimonio lícitamente constituido.
El Issfa no es parte de las FF.AA. ni órgano de la defensa nacional, es un instituto creado por ley con sustento constitucional, parte del sistema nacional de seguridad social. Se debe al Estado, no al Gobierno. Y es deber moral y profesional del Alto Mando velar por el bienestar de sus soldados. Por lo mismo, los señores Jefe del Comando Conjunto y comandantes Generales de Fuerza son miembros natos del Consejo Directivo del Issfa y un general en servicio activo es su director. En esa condición han expresado sus criterios. Y por ello fueron relevados.
Las FF.AA. se merecen respeto. Que sean obedientes no significa que sean obsecuentes. Que no sean deliberantes no les impide a sus representantes opinar y expresarse sobre asuntos propios de sus funciones como miembros de un cuerpo colegiado en salvaguarda de los derechos de los afiliados y de los familiares, derechohabientes de quienes, inclusive con calificación de héroes, han defendido a la patria ofrendando sus vidas.
Con respecto a los informes de la Procuraduría y Contraloría, en realidad son vinculantes en sede administrativa pero, al existir un contrato firmado entre dos entes con capacidad jurídica, este es ley para las partes. Y esa ley dice que las controversias deben ventilarse en sede jurisdiccional. Así de sencillo. Para qué tanto argumento que trata, sin lograrlo, de distraer la atención sobre el meollo del tema a tratarse.
Al servicio pasivo no lo dividirán, como a los maestros, a los indígenas, a los estudiantes, a los partidos políticos, a los gremios profesionales. No nos descalificarán como a todo aquel que osa contradecir al poder. Somos formados en el rigor de las vicisitudes. Somos personas disciplinadas. Somos gente de honor.