Transcribo textualmente el tercer párrafo de un comunicado, publicado en el Diario EL COMERCIO, el 18 de julio del 2015, con ocasión del Día del Jubilado, suscrito por Richard Espinosa G., presidente del Consejo Directivo del IESS: “Recalcamos nuestro compromiso de trabajo por ustedes, para garantizar los servicios de salud preventiva y especializada, prestaciones económicas y el cumplimiento de pensiones dignas, mismas que han mejorado sustancialmente”.
¿Pensiones dignas, Sr. Espinosa? Acabamos de constatar, con verdadera sorpresa y no menos indignación, que los últimos aumentos los hicieron con el índice inflacionario (3,21%), dando lugar a una tremenda injusticia, en razón de que, a una mayor pensión, es mayor el aumento y a una menor pensión, es menor el aumento.
Ejemplos: USD 1 890 x 3,21% = 60,66; USD 400 (pensión promedio para la mayoría de jubilados) x 3,21%= 12,84. ¿Se dio cuenta del error cometido? Usted tiene la obligación de corregir esta injusticia. Más aún, en el programa Pulso Político de Canal 7, domingo 20 de enero, conducido por Rodolfo Muñoz, usted dijo en dos ocasiones: “Los aumentos a las jubilaciones no tienen por qué ser disminuidos”. ¿En qué quedamos? Que fácil es “llenarse la boca”, cuando hablan de igualdad y justicia para todos.
¿Qué pasó con la tabla matemática que aprobó la Asamblea, con su mayoría de AP, en el 2010? Esa tabla contempla porcentajes del 4 al 16%, dando como resultado USD 40 de aumento para la inmensa mayoría de jubilados. ¿Por qué razón no se aplicó esta vez? La verdadera tarea de los asambleístas verdes es defender los legítimos intereses del pueblo, en el cual nos incluimos los jubilados. Es inaceptable que no se haya respetado lo que aprobaron, dando una clara demostración de vergüenza y sumisión.
¡Hoy en el ocaso de nuestras vidas, los jubilados sentimos una gran desilusión, sentimos que nos han maltratado, humillado y traicionado; sentimos que destrozaron nuestro futuro y arrebataron nuestros sueños y esperanzas; pero sentimos igualmente una enorme vergüenza, cuando vemos que en este país siguen imperando los politiqueros de siempre y autoridades institucionales que penosamente se manejan con el “doble discurso”.