El carismático y humilde papa Francisco se encuentra empeñado en cambiar la estructura de la Iglesia Católica antes de que los feligreses sigan apartándose de su religión por demás ambigua y arcaica.
Casos como los curas pederastas que pululan en el mundo, los divorciados excomulgados por una equivocación de decisión, muchos sacerdotes se creen dioses y son mercaderes en sus templos, sacerdotes que forman hogares y tienen hijos, etc… Son cosas que trata de cambiar Francisco y mucho de lo cual se trató en él último sínodo extraordinario de obispos sobre la familia que se desarrolló en la Ciudad del Vaticano, entre el 5 y el 19 de octubre de 2014.
Los sacerdotes son seres humanos con todas sus características, virtudes y defectos, tienen corazón y deseos como cualquiera.
Por tanto, creo que deben casarse, formar un hogar católico, ejemplo para todos los hogares cristianos, para así dedicarse por completo a enseñar lo que Jesús les ordenó que propaguen por el mundo entero, tal como lo está haciendo el Papa.
Con respecto a los divorciados, no es nada justo que por haberse equivocado en la elección de sus parejas, se los excomulgue y se les impida recibir la eucaristía y, por ende, se alejen de la religión.