Digamos que sí, ‘porfis’. El Ecuador es un país que está dotado de una geografía espectacular; tenemos una superficie que lo hace manejable en todo sentido, más las Islas Galápagos. Tenemos un conglomerado de gentes de distintas razas, muchos desde la cuna hablan dos idiomas. Mujeres, hombres, jóvenes y, no tanto.
Escribo todo esto para que nos preparemos para la segunda vuelta electoral.
Estamos obligados a no olvidarnos de que somos: ‘hermanos’. En este Ecuador del alma nos dieron a luz nuestras mamás. No tenemos que ser robots, pero sí personas con una capacidad intelectual para discernir, y, el domingo 2 de abril, concurrir y dar nuestro voto.
Salga quien salga, tenemos la obligación de encomendarle con todas nuestras fuerzas y desear que maneje bien a nuestro querido país.
El resultado de este trabajo tiene el apoyo de todos y cada uno de nosotros.