Con incredulidad y sorpresa reaccionamos algunos ciudadanos al escuchar al presidente Moreno decir a los mandos designados por el ex presidente Correa que confiaba su seguridad a Fuerzas Armadas y Policía Nacional, así como prometía mantener buenas relaciones con estas instituciones tratadas por el anterior gobierno, por decirlo menos, de una manera despótica.
Frente a esto y con el firme deseo de creer en las buenas intenciones del mismo proyecto político aunque con diferente estilo nos gustaría ver que: se derogue el Libro III del Código de Entidades de Seguridad Ciudadana que crea una guardia pretoriana a órdenes del gobierno, se permita el juzgamiento por autoridad competente del error de buena fe de 41 millones de dólares del Ministerio del Ambiente que afecta el patrimonio del ISSFA, se deje insubsistente la expropiación autoritaria de los cuatro macro lotes de Samanes, se abra la posibilidad de reformar los artículos de la Ley de Fortalecimiento de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional que hacen todo lo contrario; y finalmente, se elimine el discurso divisionista con que se acosó a estas entidades de seguridad. Dicen que por sus actos los conoceréis, ¡estaremos pendientes!