Secretaría de Movilidad Humana
Agustín Garcells Cordón
Me dirijo al órgano de prensa que usted dirige con el objetivo de expresar algunas impresiones sobre el servicio que ofrece a los extranjeros la Secretaría de Movilidad Humana, en su sede que está ubicada en el sur de Quito.
A ese lugar me dirigí el 7 de octubre de 2021 con el objetivo de realizar el trámite de Transferencia de Visa a mi nuevo pasaporte de nacionalidad cubana. Para esta gestión tuve que salir de mi casa a las 06:30 y llegué a esa sede a las 08:00.
Presenté toda la documentación llegado mi turno, en el Módulo 12, y para mi sorpresa el funcionario me exigió un documento que no figura ya entre los requisitos para dicho trámite: el Movimiento Migratorio.
Al replicarle que eso no aparece en los requisitos actualmente y por ende no lo llevaba, el señor en actitud prepotente me dijo que aunque no está “debemos saberlo”. Se rellanó en su sillón y espetó que tenía que ir a “la Amazonas” y que ahí estarían hasta las 3 pm. Era las 10:00.
Estoy de acuerdo en que siempre se había pedido ese documento, pero mi inquietud es por qué no se mantiene claramente señalado entre los requisitos, pues ese trámite se hace en el caso de los cubanos cada 6 años y en el de otros extranjeros cada 10, y la memoria no puede ser tan precisa. Por algo se consulta la web de esa Secretaría cada vez que se requiere.
Ir a “la Amazonas” (frente al Centro Comercial El Jardín), desde la Plataforma Gubernamental del Sur, a las 10 de la mañana, hora en que me tocó mi turno, ya se sabe lo que significa por la distancia y la transportación, tengas auto o no. Pero la necesidad lo requería. En total invertí más de 3 horas en ese viaje “extra” de ida y vuelta.
Me pregunto: por qué la Policía de Migración sí sirve a los extranjeros y ofrece un servicio relacionado con la Secretaría de Movilidad Humana no tiene una dependencia en la Plataforma Gubernamental del Sur.
Afortunadamente, el Banco del Pacífico, entidad en la que hay que pagar el Movimiento Migratorio, cuyo costo actual ya no es de USD 5 si no de USD 7, tiene una oficina en esa Plataforma y llevé el comprobante de pago, de lo contrario al llegar a la “Amazonas” hubiera tenido que buscar una agencia de ese banco, lo cual hubiera significado otro atraso.
Visiblemente agotado, soy una persona de la tercera edad con 68 años, pasadas las 13:00 llegué nuevamente a la Plataforma, pedí otro turno y fue atendido a las 15:00, esta vez, afortunadamente, en el Módulo 13 donde recibí una atención más amable del funcionario quien, cuando le dije que había estado por la mañana y que había tenido que ir a buscar el Movimiento Migratorio, me preguntó qué funcionario me había atendido. Entonces, me quedó la duda si realmente aquel documento era imprescindible o no.
Vivo en Ecuador desde hace 19 años y tengo la categoría migratoria de Residente Permanente con todos los derechos que implica esta y, desde luego, mientras no pida la ciudadanía ecuatoriana, lo cual no he hecho por razones muy personales, digamos sentimentales, tendré que ir a la Plataforma del Sur cada 6 años.
Espero, para entonces, si no soy víctima del olvido o del alhzeimer, recordar que debo llevar el Movimiento Migratorio porque es probable que no aparezca entre los requisitos como ahora.
Pido a las autoridades competentes que lo incluyan nuevamente en los requisitos, porque, aunque somos extranjeros muchos tienen ocupaciones como cualquier ciudadano de este país y el tiempo es oro.
Aunque soy jubilado, también mi tiempo vale, sobre todo mi salud, el nivel de estrés de ese día fue muy significativo para mí si se tiene en cuenta que, como ya dije, salí de mi casa a las 06:30 y regresé finalmente ¡a las 19:00! Espero que esta “historia de horror” no se repita.
En espera de su atención, reciba mis cordiales saludos y el deseo de éxitos en su gestión al frente de tan emblemático órgano de prensa.
Discrimen en las operadoras
Fabiola Carrera Alemán
Teníamos entendido que una de las ventajas de que gozaban las personas de la tercera edad era la reducción de costos en algunas tarifas y servicios.
Con esta seguridad, en el mes de marzo y acogiéndome a los ofrecimientos de uno de los empleados de una operadora que, tras asegurarme dicho beneficio, me recomendaba cambiarme a un plan de mayor valor por el mismo costo, accedí a realizarlo.
Hoy, al revisar mis cuentas, veo con sorpresa que durante estos siete meses jamás fui beneficiada con esta rebaja.
Acudo de inmediato a realizar este justo reclamo y me responden que, lamentablemente, no pueden hacer nada, pese a reconocer que fue un error de información del empleado.
Tras escuchar las últimas declaraciones del presidente Guillermo Lasso en el que, reiteradamente, ofrece un trato preferencial para este grupo, trato entonces, de acceder al descuento correspondiente y me explican que eso tampoco procede y lo que me ofrecen es un plan sumamente básico de USD 10 destinado a las personas de la tercera edad. ¿No es ésta acaso una forma de discriminación?
Pensamos sinceramente que el señor Presidente debería investigar estas anomalías que se vienen dando en ciertas operadoras y obligarlas a cumplir estas disposiciones en favor de uno de los sectores más vulnerables de la población ecuatoriana.