Ciudad DOT y su desarrollo sostenible
Las dinámicas urbanas cada vez se tornan más complejas. Esto ha llevado a muchos profesionales inmersos en la planeación urbana a planificar la forma en cómo las ciudades se comportan según su estructuras y sistemas, su arquitectura, hábitat y la movilidad como elementos asociados a las funciones urbanas para entender la dinámica entre el ser humano y el entorno urbano. No se planifica a la ciudad de manera prospectiva; por tanto, no se anticipa el crecimiento urbano, y es evidente porqué no se fórmula una planeación urbana estratégica. Y es que hay que tener claro que una cosa es la planificación territorial (territorio) y otra la planeación urbana (ciudad) y se tiende a hacer un ‘shampoo’ entre los dos instrumentos.
La situación actual de la ciudad, sobre todo en Latinoamérica, es precisamente su crecimiento acelerado y no regularizado y planificado, y sobre todo en centros urbanos con mayor flujo de capitales que van configurando nuevas formas de crecimiento y nuevas estructuras sociales. Este crecimiento conlleva a plantear nuevos desafíos para abordar los problemas de movilidad urbana frente al cambio climático.
Una herramienta muy aplicada actualmente son las DOT (Desarrollo Orientado al Transporte), que tiene como objeto mejorar las condiciones del crecimiento urbano basado en el uso del transporte público sostenible, evaluar su desarrollo, sus flujos y la forma en que estas van creando el dinamismo a través del desplazamiento (movilidad, conectividad y accesibilidad) y la necesidad del uso de los ciudadanos.
Vicente Mera Molina
Feminicidio versus racionalidad y equilibrio
Resultan inexplicables, incomprensibles y absolutamente irracionales todos los alarmantes feminicidios que se cometen permanentemente en nuestro país y también en otros, lo cual resulta totalmente repudiable e indignante, pues se está abusando de la mayor fuerza varonil en desmedro de la integridad femenina y eso debemos condenarlo.
Según las estadísticas, en Ecuador en el año 2021 se materializaron 227 casos, mientras que en el 2022 fueron 273, siendo el año más violento en la historia para las mujeres en Ecuador y en lo que va del año se tabulan 73 muertes violentas de mujeres.
¿A qué puede obedecer esta situación tan grave de violencia? ¿Qué está sucediendo con el comportamiento inusual y contrario a un sano y correcto proceder? Podría ser que estamos viviendo un momento de descomposición social, de carencia de valores humanos, donde la vida humana ha pasado a ser algo que ya no tiene valor alguno. Resulta que es fácil ahora infringir y que todo quede en la impunidad.
Debemos respondernos como sociedad que a lo mejor está fallando la educación en los propios hogares, en nuestros sistemas educativos, se ha dejado de inculcar valores morales y existe una falta de religiosidad y de respeto a la fe que nos inculcaron nuestros mayores de temor a Dios y de respeto irrestricto a la vida humana.
¿Qué debemos hacer para evitar situaciones como las que se producen constantemente? Quizás debemos volver a esa formación en principios y en valores, al respeto de la dignidad humana, a la solidaridad, al amor que debemos profesarnos entre todos nosotros; a sentirnos como hermanos y respetuosos de las leyes y de los principios que norman nuestra convivencia como sociedad.
No podemos ni debemos abusar de nuestra mayor fuerza física, pues aquello no es síntoma de masculinidad, sino una manifestación de debilidad y una noción de haber perdido el sentido del equilibrio y del control que una persona madura debe tratar de mantener en todo momento.
Hernán Patricio Orcés Salvador