Las disciplinas del estoicismo
Los grandes representantes del estoicismo son Marco Aurelio, Séneca y Epicteto, que dejaron algunas enseñanzas, para que la gente pueda vivir más en paz y tranquilidad, sobre todo en este mundo actual de muchas convulsiones y eventos que nos mantienen en permanente zozobra, sea por la situación política, los desastres naturales, los conflictos armados, la agravante situación económica, todo lo cual repercute en nuestro país Ecuador, que ventajosamente se ve que puede salir adelante con la victoria del Presidente Daniel Noboa y bueno toda la incertidumbre que se está produciendo en Estados Unidos por las políticas del Presidente Donald Trump, especialmente en lo que concierne a temas de inmigración y la reciente guerra desatada por los aranceles.
Se conoce que el estoicismo es una filosofía de vida que enseña a vivir con virtud, razón autocontrol para alcanzar la felicidad y resistir la adversidad, por esa razón los estudiosos de estos temas establecen tres disciplinas para vivir en paz y son las siguientes: 1. La Disciplina de la Percepción, 2. La Disciplina de la Acción y 3. La Disciplina de la Voluntad.
La Disciplina de la Percepción.
Lo que ocurre es que no sufrimos por lo que pasa, sino cómo interpretamos lo que pasa, por eso la disciplina de la percepción es aprender a mirar la realidad con claridad, sin agregarle miedo, enojo o dramatismo innecesario, cómo enseñaba Marco Aurelio, que decía: “Controla tus percepciones. Dirige tus acciones adecuadamente. Acepta con voluntad lo que no podéis cambiar”.
No podemos cambiar los hechos, pero si podemos cambiar como los ves.
La Disciplina de la Acción.
Quiere decir que no es suficiente con pensar bien, hay que actuar bien. La disciplina de la acción es preguntarnos en cada momento: ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Mis actos son justos, valientes, sabios? Pues, para los estoicos, la ética no era un discurso. Era una práctica diaria. Séneca decía: “Que todo trabajo se refiera a algo y tenga un propósito”. Querría decir: que no se trataba de hacer mucho, sino de hacer lo que vale la pena.
La Disciplina de la Voluntad.
Significa que hay cosas que se pueden controlar y otras no, es decir la disciplina de la voluntad es la fuerza interior para aceptar con serenidad lo que no podemos cambiar. Epicteto dijo: “De nosotros dependen el albedrío y todas las acciones del albedrío; no dependen de nosotros el cuerpo, las propiedades, los padres, los hijos, la patria”.
Vivir mejor es más simple de lo que parece, por esa razón los estoicos no prometían una vida perfecta, pues prometían algo mejor: una vida fuerte, tranquila, consciente, es decir, feliz.
Tratemos de seguir estos consejos y procuremos vivir una vida feliz, aunque nos circunden efectos negativos, noticias asfixiantes y todo ese panorama gris que al despertarnos nos plantea la información, siempre alarmante y muy raras veces conciliadora y motivadora.
Hernán Patricio Orcés Salvador