UN MAL CALCULO POLITICO
Desde el inicio de sus funciones (lo que pudimos ver), la recién nombrada vicepresidenta de la República del Ecuador (porque constaba en la papeleta de votación) ya demostró que no había entrado para estar sometida, sino que tenía su propia agenda de trabajo.
Supuestamente, estando en campaña, ya tuvo algo que le marcó un desacuerdo con el compañero de fórmula. Por eso comenzó a tomar distancia de las actividades con quien le estaba acompañado en la papeleta electoral. Casi nunca se los vio juntos en la campaña y solo se trabajó basándonos en el amparo de un joven que demostraba conocimiento, capacidad y tenía adelantado la trayectoria de su señor padre y de su madre que tenían mapeado todo el Ecuador con sus brigadas médicas gratuitas y su fuerte, la simpatía de su esposa y una capacidad económica para poder estar haciendo presencia en cualquier parte.
Entonces el recién designado por el pueblo ecuatoriano como presidente de la República del Ecuador, sabía que ella tenía una agenda diferente y que pretendió su destitución. Desde el principio, demostró que lo único que le interesaba a ella era poder manejar al país.
De ahí ya todos saben cómo ha sucedido todo. La mando como delegada del Ecuador a Israel a tratar de consolidar la paz entre los israelitas y el grupo Islámico Hamas. Luego presentó amparo porque se sentía nerviosa con el tema de la guerra y se dispuso el cambio a Turquía y por último incumple con la orden y se le hace un sumario administrativo, por abandono del cargo, de parte del Ministerio de Trabajo, y suspendió de su cargo, sin sueldo, por cinco meses. Ante la falta de alguien a quien le reemplace, por cuanto va a entrar a la reelección, nombra a una persona de su confianza, quien quedara en su representación.
A todo esto, la Vicepresidente elegida por el pueblo, presenta un reclamo ante los organismos pertinentes y la Asamblea Nacional, con mayoría, contraria al gobierno, le pone asunto y declara improcedente la sanción impuesta por el Ministerio del Trabajo.
Según lo que establece la constitución vigente que considera a; las autoridades de elección popular, como “funcionarios de gobierno” lo que significa que están sujetos a lo que establecen los Reglamentos en la materia laboral y a ser sancionados si no cumplen, incumplen o abusan del poder, en el ejercicio de sus funciones. Hasta ahí se cumple con la ley.
Y, por otro lado, considero que la mayoría de los ecuatorianos no estamos de acuerdo en cómo está redactado este artículo en la constitución (eso lo pusieron los de la revolución ciudadana). Se da este concepto de empleado público y que se haya tomado de esto para ejercer presión a su salida. Pero es la mejor decisión que se pudo tomar. Porque nunca tengas o dejes un enemigo atrás. Porque en el menor descuido te mete la puñalada por la espalda. Eso lo sabemos todos, desde el hombre que te carga un bulto en el mercado, que supuestamente no es letrado, como el letrado. De este tipo de traiciones está la historia llena de muchos hechos.
Así que en todo caso no es que es lo más correcto, pero legalmente, el presidente Daniel Noboa, está dentro de la ley. Y la acción del Ministerio del Trabajo, para este caso, se ajusta a la ley. Como regulador. Y punto. Para concluir, me pregunto, ¿habría que pensar por qué se dan estos hechos? ¿El presidente exagera de su poder para imponerse y que nadie le haga sombra o si en verdad existió y existe la intención de querer usurpar un cargo con base en traicionar la lealtad y la confianza que se debe mantener en todo momento? Usted tiene la palabra….
Lionel Efraín Romero Reyes