La hora cero
Se acerca la hora “cero” para definir nuestro futuro, mismo que hasta hoy, resulta un tanto incierto.
Somos los ecuatorianos los que saldremos victoriosos (invictos) o no, en esta dura y desleal contienda. Los ganadores tendrán, a no dudarlo, una enorme responsabilidad sobre sus espaldas; mientras que los perdedores quedarán con un sabor amargo porque, pese a sus esfuerzos y a su intensa, nutrida y millonaria campaña publicitaria no lograron convencer al electorado y se quedaron al margen, sin lograr cumplir sus objetivos; frustrando, de esta manera, todas sus expectativas y esperanzas.
En este punto cabe recomendar a los compatriotas votantes, que reflexionen muy bien sus votos, sin apasionamientos de ninguna clase y no se dejen apabullar por falsas y utópicas (irrealizables) ofertas de campaña. Que antes de sufragar analicen, en forma concienzuda, su voto, pensando siempre en un futuro digno para nuestra descendencia, al tiempo que en una Patria libre, segura y próspera, tal y como los ecuatorianos nos merecemos.
Fabiola Carrera A.
Ser legislador
Ser Legislador, en mi tiempo, era el honor más grande que persona alguna podía llegar a ser. Porque era el representante que debía hacer honor a la ciudadanía a quien le iba a representar con orgullo y a demostrar el conocimiento, sus capacidades intelectuales y proponer con altura, en una oratoria de razones, las necesidades de sus pueblos y los proyectos de ley para mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos.
Dejaron escrita en la historia la palabra ilustre de legisladores que honraron su prestigio, con proyectos, con la altivez de sus expresiones y con acciones que le merecieron un lugar en la historia de la Patria. Más, de todo se da en la Viña del Señor y también hubo quienes aprovechando su posición para buscar su provecho personal.
Pero era un parlamento de ideas y de posiciones radicales con base en ideologías políticas y las defendían con la elocuencia de su discurso, donde se hacía alarde de sus conocimientos académicos. Hoy para ser legislador, en primer lugar se pregunta, cuanto tienes, para ser principal, para invertirlos a sabiendas de que sacara beneficio de su inversión, solo alzando la mano. Luego se busca aquel que sea más conocido, ya sea en el ámbito deportivo, en la farándula o por popular en la televisión, en la radio, en el medio. Y para completar la lista se lo pone al compadre y hasta el pariente.
No hay ideología política ni conocimientos sobre las leyes que rigen a un estado y la retórica es la misma, de sacrificarse en bien, de los más desposeídos, para desde donde sea candidato sacarlos, de la pobreza.
Por ello vamos a buscar una mayoría parlamentaria en estas elecciones que nos permita hacer los cambios que a la constitución de Montecristi se le agregó a última hora y que han sido de provecho de quienes quieren regresar para darle vida a esos enunciados que les beneficia para perpetuarse en el Poder. Vamos a demostrarles nuestro repudio a su actuar anterior con designar, en una sola votación, al nuevo Presidente y desterrar para siempre y por siempre, al Socialismo del Siglo XXI y tomar acciones para que paguen lo que se llevaron.
Lionel Efraín Romero Reyes