La lucha por el poder
Para aquellos que hicieron de la política su modus vivendi o negocio: señores politiqueros, se les acabó la fiesta. Si quieren hacer dinero fácil, vayan a trabajar, agachando el hombro, no con saliva de su viperina lengua, con engañosas palabras, sino con el sudor de su frente, como lo hacemos la mayoría del pueblo, que vive del esfuerzo y el fruto de su trabajo. Hoy se les acabó el negocio: el que, verdaderamente ama la política y tienen vocación para ello, saldrán estudiados en Universidades y formados por Partidos Políticos donde, a más de las leyes, la constitución y otras materias a fines de la profesión, se les enseñará la honorabilidad, honestidad y la humildad. Y en la Asamblea Nacional se debatirá conceptos, ideologías y conocimientos para sacar leyes no dirigidas a servir a grupos de poder, sino para el bien de la mayoría de los ciudadanos, especialmente de los más necesitados. Se acabaron el alza manos. Ya no se servirán de la política para, de la noche a la mañana, convertirse en potentados, dueños de propiedades y rodeados de aduladores y serviles, que le tienden la mesa, les manejan el carro último modelo.
La Constitución determina que, todos tenemos derecho a elegir y ser elegidos, pero lo que le falta y hay que complementarla que deben cumplir con ciertos requisitos, como preparación académica, título universitario, y cada agrupación política, manejada por ilustres conciudadanos encargados del adoctrinamiento que les permita enviar a sus representantes con conocimientos jurídicos y demás ramas necesarias para que vaya al parlamento a discutir, exponer razonamientos, punto de vista, legislar y hacer leyes que permita en primer lugar ser justas, normativas y que abarquen el bien común y por último la oportunidad para la continuidad de las funciones del Estado, en cualquier tipo de gobierno que se encuentre y tener una sola filosofía en las diferentes ramas del quehacer político, administrativo, económico del país, respetando los tratados y convenios suscritos, dando respetabilidad a lo firmado y de esta forma presentarse como un estado respetado y respetable, que no cambia de parecer con un cambio de gobierno.
Tenemos todo para tener un estatus de vida de mejor calidad. Nos falta preparación académica y justicia social. Pero no podemos continuar con subsidios, con bonos (a la final estos últimos bien definidos), Aunque a muchos partidarios de este gobierno o en contra del mismo, no les parezca buena la idea, deben entender que con ese dinero, manejado honradamente, se puede crear fuentes de trabajo, más carreras educativas, más médicos para una mejor atención en los hospitales, con mejores equipos y no solo en Quito, Guayaquil o Cuenca escuelas, colegios, universidades, tecnología, etc., relativamente una mejor calidad de vida, porque desde el mismo Estado pueden salir el trabajo. O la empresa privada o las sociedades pública-privadas para que se reactive la economía.
Cuando un gobierno es honesto, el dinero alcanza para todo. Y esto no es solo un eslogan, los hechos lo demuestran. En poco tiempo cambio la economía que nos tenía en quiebra y vemos un país en desarrollo. Cuando se lo distribuye en algo que produzca es mejor que guardarlo en darle el pescado listo que enseñarles a pescar.
Sé que no le faltaran fuerzas negativas que se opongan a tan delicada acción, pero la posición firme de un joven Presidente: primero está el país y si lo manejan con justicia social, entonces las obras hablaran con hechos.
Los otros problemas que nos tienen en situación de angustia como es la inseguridad, estoy convencido de que habrá muchos caídos y habrá mano dura, pero lograremos la paz que la anhelamos. Pero para esto tenemos que aportar todos. Juntos le vamos a combatir. Se ha preparado para el tiempo de sequía, Habría que ver como trabajar para el invierno destructor. Los gobiernos provinciales trabajar irremediablemente en el dragado y limpieza de quebradas y ríos para mitigar el efecto de las lluvias. Buscar provecho a las aguas del cielo para almacenar en lagunas artificiales, para el tiempo de sequía.
Es el gobierno de la nueva generación. Se han preparado para hacer algo diferente y especialmente nosotros, los jubilados, les dimos el voto de confianza y estamos convencidos de que no nos fallaran. Apostamos a su capacidad y a esa formación espiritual y académica de que están investidos.
El Corazón de Jesús, la Virgen de las Mercedes, guarde al Ecuador
Lionel Efraín Romero Reyes