Carta abierta al alcalde Pavel Muñoz
La ciudad de San Francisco de Quito fundada el 6 de diciembre de 1534, que se extiende a lo largo del volcán Pichincha, bordeada por las colinas del Panecillo e Itchimbía, cuna de las culturas precolombinas, posee un valor paisajístico, estético, urbano, inigualable, recibió dos declaraciones de la Unesco, la primera el 8 de septiembre de 1978, como primer patrimonio cultural de la humanidad; la segunda, el 6 de diciembre de 1984 como patrimonio nacional.
En 1993 la ley de Régimen para el Distrito Metropolitano, asumiendo más competencias. De esa fecha a la actualidad han pasado nueve alcaldes con el actual, destacándose la administración del General Paco Moncayo Gallegos, quien decididamente reorganizó el comercio informal en el centro histórico, recuperando para la ciudad aquellos espacios mal utilizados que fueran tomados por el comercio informal.
Lamentablemente, a partir del año 2010, la ciudad es administrada mediática y políticamente, llegando a la actualidad en la administración del Alcalde Pavel Muñoz, donde el centro histórico, cuna de la humanidad por su riqueza monumental, se ha convertido en un mercado general sin control de los mandatarios ni de las autoridades municipales.
Es el momento oportuno de efectuar una auditoría y/o reingeniería de personal, que actualmente llegan a los veinte y tres mil empleados que no cumplen a cabalidad sus funciones y/o obligaciones como funcionarios públicos.
Señor Alcalde Muñoz, el mejor legado a la ciudad y a sus habitantes, es organizar el comercio informal que pulula por toda la ciudad y sus medios de transporte, incrementando la inseguridad.
El trabajo es un derecho de todos, pero el control en la entrega de permisos (pucas) debe ser riguroso así como aplicar las ordenanzas de uso de suelo, especialmente de los centros de tolerancia que se encuentran en el centro histórico y financiero; así como de venta indiscriminada de licor cerca a los centros de educación superior; recuperar los sitios turísticos, verbigracia la ronda, El Panecillo, iglesias, etc., en fin el listado es largo.
Los funcionarios de seguridad deben trabajar 24/7 y los 365 días del año.
Carlos Eduardo Bustamante Salvador