Reflexiones sobre los apagones
Hemos tenido que sufrir muy seriamente los apagones que se han producido en esta última temporada, desde el 18 de septiembre del 2024 hasta el 20 de diciembre del 2024, si es que se concreta ya su eliminación, lo que significa que prácticamente hemos vivido con apagones por prácticamente unos 3 meses. En un principio con suspensiones de luz entre 8 a 14 horas, luego de 6, 4 y últimamente hasta de 2 solamente, pero siempre con esa incertidumbre de apagones inusuales o fuera de los calendarios programados. Algo ya se produjo en marzo y abril de este año.
Si revisamos la historia otros apagones se suscitaron en los años 2004, 2009, 2016 y 2023, pero el que más dramáticamente recordamos es el producido durante el gobierno del Presidente Sixto Durán Ballén (1992 – 1996), donde incluso se implementó la hora adelantada conocida como la hora sixtina del 28 de noviembre de 1992 al 5 de febrero del 1993 y cuando la tecnología no estaba todavía tan avanzada como en la actualidad y que no era tan frecuente disponer de generadores eléctricos particulares, como si lo ha sido en la actualidad.
Es cierto que somos de ese espíritu de resignación y de paciencia, de un permanente altruismo, acostumbrados a esperar los acontecimientos negativos y nefastos con mucha fe y optimismo, pensando siempre en lo mejor, sea que ocurra cualquier evento negativo como el que se refiere a los apagones, los incendios forestales que se han presentado por doquier, terribles inundaciones y claro por la actividad volcánica, sujetos siempre a temblores y terremotos, pero ahí estamos siempre con la frente en alto y con el espíritu de lucha y de siempre seguir adelante, a pesar de las dificultades que se presenten.
Que reflexiones podemos hacer con relación a estos apagones que hemos vivido durante estos tres meses. Podríamos decir que es necesario que el gobierno siga concretando aquellos nuevos proyectos de generación eléctrica, sobre todo ya no tanto en hidroeléctricas sino más bien en termoeléctricas, eólicas, solares e incluso ahora ya se habla en algunos países de que disponen de energía nuclear y de esa manera evitar que nuevamente nos sorprendan estos apagones. Para eso entiendo que se debe hacer un cambio de la matriz energética.
Por otro lado, ahora que se avecinan las festividades de Navidad y Año Nuevo, debemos tratar de recuperar la paz interior y volver a tener ese ambiente de serenidad y de tranquilidad, disfrutar de lo mejor estas fiestas, aprovechar para volverse a reunir con la familia y los amigos y recobrar ese espíritu de optimismo y de buenos augurios sobre que vendrán tiempos mejores y que este acontecimiento negativo de los apagones quede en el olvido, tratando de adoptar una postura de resiliencia, como una capacidad de adaptarnos mejor a todo lo que el futuro pueda depararnos.
Hernán Patricio Orcés Salvador