Las críticas del señor Maduro sobre las bases norteamericanas en Ecuador
Cualquier crítica es aceptable, en la medida que la misma sea hecha por una persona que tenga la autoridad suficiente para hacerla. Cada país es soberano en la toma de sus decisiones, pero parecería que eso no lo entiende el señor Maduro, quien en un alarde de mucho “conocimiento de política internacional” ha criticado la propuesta del presidente Noboa, para modificar la Constitución y revertir lo que esta dice con respecto a las bases militares extranjeras.
Cuando se hace una crítica desde una posición dogmática, no es aceptable en absoluto. Una crítica debe ser racional y analizada, no visceral ni dogmática.
No nos olvidemos que los dogmáticos, por lo general, no acuden a la razón, se limitan a defender y promover lo que su dogma dice.
Pero eso no es lo peor en este caso, para todos es conocido que Venezuela está plagada de cubanos que ayudan a ejercer el poder, que copan muchas actividades que deberían ser soberanas de ese país, cediendo groseramente la soberanía al país que lo entrenó como subversivo. Se sabe también de la presencia de rusos e iraníes, con el mismo propósito.
Cuando Maduro criticó la propuesta de Noboa, habló de “colonialismo”, sin siquiera pensar que él, en su país, ha ido más lejos que el colonialismo que menciona, llegando a la sumisión total y a la dependencia total, especialmente de Cuba.
Yo me pregunto: ¿puede alguien que así actúa en su país, pretender ser el crítico de acciones mucho menores en países ajenos?
Maduro debe empezar por independizarse de la enfermiza dependencia dogmática que tiene, para demostrar que es un mandatario soberano. Mientras eso no ocurra, sus críticas son vacías ni siquiera deberían ser publicadas por la prensa. No se diga con los resultados electorales que hasta hoy no tienen el sustento de las actas publicadas oficialmente.
José M. Jalil Haas