Inflación delictiva
A las puertas de elecciones, todo el mundo se cree analista político y presidenciable. Es triste saber que, durante mucho tiempo, no han hecho nada. Una Asamblea peor o igual a la anterior, que, en vez de ayudar a cogobernar, ponen piedras en el camino.
Esta falsa democracia nos tiene estancados. En quien confiar, en un país donde la corrupción es la carta de presentación; presidentes, ministros, jueces, policías y más funcionarios. Por ahí habrá algunos funcionarios respetables, esperemos que no se contaminen.
Lo que estamos viviendo no es culpa de este gobierno, sino de todos y todos, porque no han sabido luchar por vivir en libertad. Cada vez la delincuencia es más fuerte, y eso hace que la sociedad tengamos que pagar un costo más alto para vivir. Los costos de operación de las empresas son cada vez más altos, y eso infla los precios al consumidor. El presidente Noboa ha dado pasos firmes; pero ciertos “valientes” están ahí para desacreditarlo.
Ojalá el pueblo deje de ser novelero y elija con responsabilidad, nos jugamos la libertad. No hagamos del Ecuador una Venezuela más.
Luis Gonzalo Padilla Argüello
La parsimonia de los “demócratas”
La sociedad mundial ha emitido criterios sobre los resultados de las elecciones en Venezuela el 28 de julio de este año. Hay criterios divididos, sin embargo, la mayoría se inclina por el rechazo a los resultados que publicita el oficialismo de ese país.
Hay, en nuestro continente, tres posturas, escudadas en “la espera a que el oficialismo publique las actas”. Colombia, Brasil y México mantienen que deben esperar a que Consejo Nacional Electoral de Venezuela “publique” las actas. Es contrario a cualquier razonamiento, por elemental que sea, el que se proclame resultados electorales, sin que sean sustentados por las actas de los escrutinios. Parece que esto no cala en la mentalidad de los tres mandatarios de los países mencionados. Si el Consejo Nacional Electoral de Venezuela proclamó vencedor a Nicolás Maduro la misma noche del 28 de julio, y, el Tribunal Supremo de Justicia lo acaba de corroborar, la pregunta que surge es: si lo hicieron respetando el procedimiento normal, significa que se basaron en las actas, y que pueden exhibir las mismas sin ninguna demora. Entonces, me pregunto: ¿cuál es la espera que pregonan López Obrador, Petro y Lula?
Allí, en mi concepto, hay evidencia, como la mayor parte de la población mundial lo ha manifestado, que se está dando tiempo para alguna maniobra que no tiene nada que ver con la democracia. No hay duda que una victoria en las urnas debe ser adecuada y transparentemente demostrada al proclamar un resultado, quien no lo hace, oculta algo o trama algo, y, lo penoso es que quienes se prestan a justificar estas demoras, no tienen nada de demócratas.
En Venezuela no se hizo ningún conteo oficial de los votos, no se han mostrado resultados por estado, por ciudades, ni nada por el estilo, pero se “proclaman” resultados oficiales, y tres mandatarios, que fueron electos en las urnas y de manera transparente, “recomiendan” que se muestren las actas, es vergonzoso, pues nos están viendo la cara de tontos, de incapaces de razonar, lo que de hecho es una burla a la democracia de sus propios países, o, una demostración de cómo les gustaría actuar en cualquier próxima elección en la que estén involucrados.
Y no solamente ellos, sino algunos políticos latinoamericanos, incluyendo expresidentes, o candidatos a presidente, que se apresuraron a aplaudir la “victoria de Nicolás Madura, como un triunfo de la democracia”, o como alguna candidata a la presidencia de nuestro país, que sostuvo, públicamente, en una radio, que los venezolanos que vivían en Ecuador, estaban corriendo de regreso a Venezuela “porque en Venezuela hay mejores condiciones de vida que en Ecuador”. Sinceramente, no se ha visto ninguna avalancha de venezolanos regresando a Venezuela desde Ecuador, por lo tanto, la susodicha candidata, o está mintiendo, o, es una fanática de esa tendencia política, incapaz de razonar.
Sinceramente, de manera personal, no siento que podamos confiar en políticos que feliciten el “triunfo de Maduro”, sin actas comprobadas, ni en los que consideran que las condiciones de vida de un país, de donde salieron, allí si en avalancha, precisamente por las condiciones de vida no aceptables para ellos en ese País, millones de personas, y, que hoy también, parsimoniosamente, están a la espera de que se publiquen las actas.
José M. Jalil Haas