El perfil del nuevo Papa
Un nuevo cónclave se apresta a elegir nuevo Papa, este debería ser el que recoja la visión de Francisco, constante en su encíclica Laudato sí; y, también en la experiencia práctica y compartida de una iglesia sinodal en conjunto con su feligresía, de forma horizontal y no vertical, constituida en reuniones, desde lo local, a lo continental y a lo mundial, conformada como un abanico de posibilidades ciertas y prácticas, saliendo de las cuatro paredes, del metro cuadrado, de la comodidad de la vida eclesial y monacal, saliendo a caminar en las calles, mezclándose entre las multitudes, como los 12 apóstoles de Jesús, con discusiones en todas partes. Quería y quiere una iglesia viva, palpitante, rebosante de salud espiritual, con participación directa de los laicos en reuniones pre sinodales, como un camino que Dios espera de la iglesia en el tercer milenio, todo eso constituye la sinodalidad. En resumen, quería y quiere un mundo más humano y humanitario, con nuestro Planeta Tierra menos contaminado, sin guerras, sin migraciones, sin hambre, sin pobreza e inequidad.
Los purpurados candidatos para Papa con el perfil reformista de Francisco, (con algunos matices), caben en el siguiente orden: Sarah, Turkson, Erdo, Eijk, Tagle, Zuppi, Parolin, Ambongo, Hollerich y Pizzabella. Se mantendrá vivo el legado de Francisco, sólo si se elige un Papa con su pragmatismo cercano o igual.
Mercedes Regalado
IA y ética según Papa Francisco
Antes del fallecimiento del Papa Francisco, había leía algunas expresiones reflexivas sobre Inteligencia Artificial (IA), sus riesgos y potenciales beneficios para la humanidad. Una de ellas señaló que “la IA utiliza numerosos algoritmos que extraen rastros digitales dejados por las personas en internet, lo que puede permitir controlar sus hábitos mentales y sociales con fines comerciales o políticos, muchas veces sin que los usuarios sean conscientes, limitando así su libertad de elección”.
El sumo pontífice subrayó que “la IA no es un ser humano ni puede reemplazar la complejidad de la persona humana, pues aunque imite capacidades cognitivas, siempre existe una brecha infranqueable entre máquinas y personas. Por ello, pidió entender la IA como un conjunto diverso de tecnologías que deben desarrollarse con responsabilidad, respetando valores fundamentales como la inclusión, la transparencia, la seguridad, la equidad, la privacidad y la responsabilidad”.
Francisco reconoció que la IA puede traer grandes avances, como mayor eficiencia en la producción, transporte ágil y mercados dinámicos, además de revolucionar la gestión de datos. Sin embargo, advirtió que estos avances deben gestionarse para proteger los derechos humanos y promover un desarrollo integral que ponga a la tecnología al servicio del potencial humano, no en competencia con él.
En el ámbito educativo, destacó la importancia de promover el pensamiento crítico y el discernimiento en el uso de la IA, especialmente entre los jóvenes, para que comprendan los aspectos sociales y éticos de esta tecnología. Además, alertó sobre el peligro de que la IA aumente desigualdades o se use sin regulación ética, especialmente en contextos militares o políticos.
Finalmente, el Papa Francisco hizo un llamado a la colaboración entre personas de buena voluntad para aprovechar las oportunidades y enfrentar los desafíos de la revolución digital, con el objetivo de construir un mundo más justo, solidario y pacífico para las futuras generaciones.
Roberto Camana-Fiallos