Eliminar las asignaciones presupuestarias y los subsidios
Actualmente, el Estado entrega directamente a cada Prefectura, Municipalidad, Junta Parroquial y los respectivos Ministerios, las asignaciones presupuestarias establecidas por ley. Y ahora son los alcaldes, los prefectos que se encargan de distribuir estos recursos en gastos administrativos y hacer obras, al poco tiempo ya dispone de recursos.
Entonces la gente ve que ser político es un buen negocio y así cualquiera se reúne un grupo de amigos y forma un partido y le pone un nombre que los distinga y como en el país es libre, solo basta que cumpla con una cantidad de firmas que le respalden y listo. Usted puede ser presidente de la república sin saber ni leer ni escribir. Que sepa insultar, que sepa ganarse la simpatía del pueblo bailando en la tarima es todo. La abuelita les decía, mijo, que por lo menos sepa cocinar. Pero aquí nada.
Debería todo candidato a elección popular, contar con el cumplimiento de requisitos para la diferente función. Un Reglamento donde se establezca los requisitos, obligaciones y demás para poder optar a ser candidato a tal o cual dignidad. Eso también es democracia, solo qué regulada.
Antes se centralizaba y era Quito la que repartía las asignaciones y la que disponía que obra realizar en tal provincia y generalmente era la que más había votado por el actual mandatario o por tal o cual legislador. Entonces se cambió. Ningún legislador puede hacer trámites para asignación alguna por su provincia porque ahora es motivo de destitución. Creo que este ideal se ha degenerado y ahora dejamos al arbitrio (Hay un supuesto control de la Contraloría), de las máximas autoridades provinciales como son el Prefecto, el alcalde y el representante de las Juntas Parroquiales.
Si un pueblo, una ciudad quiere progresar tiene que el candidato a Alcalde, a Prefecto o jefe político de la Junta Parroquial, antes de ser candidatos, exponer su plan de trabajo y la forma como va a hacer desarrollar su ciudad, su pueblo, su provincia pero, con sus propias iniciativas, sus propios recursos. Y el gobierno se encarga de solucionar por lo menos una necesidad.
Pregonan su sacrificio por la patria y aman al país como no hay otro y luchan por sacrificarse, llegar a servir, pero, porque saben que van a poder manejar partidas presupuestarias, asignaciones. Y en poco tiempo son los nuevos ricos. Habrá que quitarles ese privilegio y verán como el país carece de sacrificados, aunque son tan sinvergüenzas que de lo poco que recaudan sacan su tajada, con el visto bueno de su pana, el fiscalizador, muchos nombrados por ellos mismos. Por otro lado. Yo pienso que definitivamente el estado debe eliminar subsidios a los combustibles, al gas, depurar al bono de la pobreza, de desarrollo humano, evitar dar dinero a los partidos políticos, instituciones que no cumplen ningún objetivo. Crear fuentes de trabajo en empresas públicas-privadas para que se puedan manejar mejor. Funcionarios de los Ministerios que realmente cumplan su labor y se ganen laborando el salario que se les paga,
El subsidio a los combustibles ya casi estamos encaminados a eliminarlos y no ha pasado nada. Faltaría el gas que utilizamos la mayoría, pobre o rica. Pero en nuestra cara, unos pocos, hacen negocio vendiéndolo por contrabando o mal utilizándolo. No es justo que no nos pongamos de acuerdo con evitar el contrabando y que bandas de traficantes reclamen que como no hay trabajo se dedican al contrabando.
Parece fácil. Pero es solo un sueño que quisiera que se pudiera hacer realidad.
Lionel Efraín Romero Reyes