“Camino a Carapungo voy”…Calderón la parroquia más grande del Ecuador
Asentada en la parte Norte de la Meseta de Guangüiltagua, según los registros históricos nace con el asentamiento ancestral de Carapungo, esta palabra de la lengua quichua, está formada por los términos “cara”, y “pungu”, que significa Puerta de los Caras, poblada con asentamientos de “Zambizas, Cotocollaos, Pillajos, Pomasquis”, acoge a 5 comunas descendientes del pueblo Quitus Caras: Llano Grande, La Capilla, San Miguel del Común, Oyacoto y Santa Anita. Pero el 9 de agosto de 1897, en la presidencia del General Eloy Alfaro, “Carapungo”, siendo parte de la parroquia de Zámbiza, fue elevada a la categoría de parroquia con el nombre de Calderón en honor al héroe ecuatoriano Abdón Calderón. Pero la gente nativa decidió quedarse con el antiguo nombre de Carapungo y hoy es conocido como el barrio más antiguo de esta parroquia que ha ido creciendo sustantivamente y hasta tiene una canción… “Simiruco” (alegre)… “Camino a Carapungo voy… indio de Llano Grande, soy… Simiruquito por ahí, Simiruquito por allá”… precioso este aire típico. Calderón cuenta con 132 barrios, según el Informe de Participación ciudadana del proceso de delimitación de barrios, actualizado en febrero del 2022, pero faltan ingresar unos 60 barrios aproximadamente. Calderón es la parroquia más Grande y poblada del País y del Distrito Metropolitano de Quito. Se ha convertido en una plataforma de vivienda asequible y alberga a migrantes de las provincias del Norte y de todo el Ecuador. Cuando hicieron la Panamericana Norte en 1930, Calderón quedó dividida en dos partes y la falta de planificación en la apertura de calles en cuadras a la redonda no ha permitido el desplazamiento de la movilidad, especialmente en la parte occidental. Pero el día 6 de octubre del 2024 entregó la Prefecta Paola Pavón como obra del Consejo Provincial, la prolongación de la vía Pío XII, la misma que permite una gran descongestión vehicular, uniendo las parroquias circunvecinas, Calderón, Pusuquí y el Noroccidente, así como muchísimos barrios el Bicencentario, San Miguel del Común, San Juan, San José de Morán, etc. Entrar a Calderón por Carapungo demandaba unos 30 minutos o más, hoy por esta se hace vía 10 m. desde la Simón Bolívar.
Mariana de Jesús Tobar Arce
Debe haber luz de 6:00 a 10:00, de 12:30 a 14:30 y de 16:30 a 22:30
En lugar de apagar por 10 horas seguidas la luz al sector industrial, que utiliza el 25% de la energía eléctrica, para poder planificar sus turnos de trabajo se puede mantener el servicio de luz de 6:00 a 10:00, de 12:30 a 14:30 y de 16:30 a 22:30, y cada tres horas en las madrugadas -para evitar que se descompongan los alimentos congelados- mientras las empresas importan sus propios generadores eléctricos. Con un esquema así, se evitará además congestionar aún más el tráfico por la falta de semáforos en entradas y salidas de las instituciones educativas. Además, no se afectará el horario destinado a los adultos mayores y personas vulnerables para su aseo, alimentación y para estar debidamente informados -una de sus mayores distracciones- a través de los medios de comunicación.
Mientras la naturaleza ayuda a alcanzar, con los tapones que se construyan para embalses, las cotas máximas de agua en las plantas hidroeléctricas, los ecuatorianos debemos reducir nuestro consumo de electricidad, que ‘ha aumentado en los últimos días un 6%’ según han señalado las autoridades, cambiando por ejemplo para el día los horarios de los partidos de fútbol, donde se utiliza excesiva energía eléctrica. Hasta que se pueda reforzar la matriz energética con nuevos proyectos hidroeléctricos o eólicos, el gobierno puede promover los ‘micro proyectos solares’, aprovechando que Ecuador goza de 12 horas diarias de luz solar. De adoptarse este esquema para todo el país, sin horarios diferenciados, no se afectará al empleo por el cierre de empresas y pequeños y medianos negocios, incluyendo restaurantes, teatros, y circuitos de atractivos turísticos, que deben funcionar por la noche -con estratégicas desconexiones eléctricas voluntarias, y no se exacerbará los ‘tiempos muertos de transportación’ por el caos vehicular que se agrava por la falta de semáforos.
Frente a la molestia generalizada por este lamentable retroceso, que aumenta la inseguridad y disminuye el ingreso de turistas a nuestro país, las empresas, que precisan par de horas extras de luz para que se enciendan -y al final de la jornada se enfríen- sus equipos, deben disponer urgentemente la importación para que colaboren con sus propios generadores eléctricos, para no tener que modificar un esquema horario como el propuesto, y todos, sector industrial, comercial y residencial dejemos de sentir la incertidumbre con los cortes con horarios cambiantes. Si podemos organizarnos, hasta que empecemos a caminar por senderos de mayor certidumbre.
Diego Fabián Valdivieso Anda