El maestro y la juventud
El maestro no solamente tiene que dar los instrumentos de la ciencia y del saber, más que todo debe dar su corazón, su amor y, sobre todo, su ejemplo para que el joven estudiante se mire en su maestro, para que el maestro pueda dirigir la vida del estudiante que está formando.
Para ello no se necesita hacer un PhD. Un sabio, un erudito, no podrá ser verdadero maestro si no es capaz de sembrar, en el alma de los estudiantes, el honor la dignidad y la integridad espiritual, principios de estos que son lo único que enaltece las dignidades; los nombramientos, los honores, no valen cuando no se posee el único tesoro que importa: ser leal a ciertos principios como el honor a la libertad, la dignidad humana y la lealtad. Toda simiente de bondad da el ciento por uno; y por eso es alta y excelsa. Por su parte, la juventud debe mantener la lucha por esos principios, hay que pensar que vale ser ecuatoriano, pero de un país libre y democrático y que vale la pena ser hombre o mujer, si es que ese hombre o esa mujer conservan su honor y su personalidad.
Con los jóvenes ecuatorianos tiene que hacerse la verdadera transformación del país. Ellos hoy son la única esperanza de la Patria, qué fue cuna de rebeldes, creadores y libres. La juventud debe elevar siempre por delante esa bandera y esa antorcha, marchando y señalando el cambio al pueblo ecuatoriano. El alma de los jóvenes debe erguirse más fuerte, más altivo, más luminosa, luego de los episodios sombríos en los que hemos vivido.
La juventud representa la patria y no puede traicionarle. Una juventud sumisa, una juventud obediente y no deliberante, no es juventud.
Jorge Enríquez Páez
La seguridad de Quito
Es penoso saber que convivimos y estamos rodeados de gente, que todo se le culpa al gobierno central, cuando en realidad son competencias y por ende responsabilidad de los gobiernos locales o municipales.
Quito se está convirtiendo en un pueblo, por donde se camina, existe la falta de atención y control de las distintas agencias, secretarias y demás departamentos encargados de mantener el orden, para un mejor convivir ciudadano.
Día a día van en aumento las ventas informales, las mismas que generan congestión, contaminación y en zonas ideales para delinquir. Las aceras, se han convertido en verdaderos almacenes, mercados o centros comerciales ambulantes. Las disposiciones, leyes, normas y ordenanzas, están solo en el papel. Los negocios formales e informales se toman las aceras, ya sea para poner mercaderías o convertirlos en parqueaderos. Postes que utilizan para poner publicidad, muchas veces restando o menospreciando las señaléticas de tránsito.
Las autoridades deben garantizar la seguridad de los ciudadanos, pero no es así. Conductores y peatones, estamos expuestos porque en toda esquina está un negocio, y en algunos casos hasta kioscos.
La nueva administración utiliza el slogan “QUITO RENACE”, de todo corazón y como quiteño, me gustaría que fuera así. Hay que comenzar a trabajar para que la capital del Ecuador, recupere su esencia.
El espacio público es un bien de todos los ecuatorianos, no de algunos que aparecen con permisos, ya sea de las administraciones zonales o de la Agencia Metropolitana de Coordinación de Comercio.
Alcalde Pabel Muñoz, tiene la oportunidad de pasar a la historia, si bien usted creo que ganó con un 25%, gánese el resto con acciones buenas y transparentes.
Durante 10 años he venido denunciando o pidiendo diversas situaciones, me dan largas y a la cansada se atiende, lo antes solicitado. O se justifican con el Art. 226 y 227, pero no lo aplican todo. Lo que les falta es Art. 226, de la Constitución … “Tendrán el deber de coordinar acciones para el cumplimiento de sus fines y hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la Constitución”.
Art. 227.- La administración pública constituye un servicio a la colectividad que se rige por los principios de eficacia, eficiencia, calidad, jerarquía, desconcentración, descentralización, coordinación, participación, planificación, transparencia y evaluación.
En palabras sencillas, Quito necesita gente honesta que mire hacia un futuro mejor, donde tengamos una buena vialidad, aceras libres para los peatones, vías debidamente señaladas, un buen servicio público de transporte para contrarrestar la contaminación, control de las reglamentaciones de las vías, control a taxistas que hacen uso y abuso de los sitios comerciales o de las paradas de la Ecovía, Metro, Trolebús, terminales terrestres y otros. Muchas veces dicen que no pueden sancionar porque no está ni en la ley, ni en la ordenanza; sino, habrá que incluirla.
Hay tantos artículos en la constitución, tránsito, adulto mayor, discapacidades, niñez y adolescencia, etc. Donde se nos otorga derechos y garantías constitucionales. Los que habitamos en esta hermosa ciudad, queremos que se recupere esa ciudad amigable.
Luis Gonzalo Padilla Argüello