En referencia a las notas de prensa y artículos de opinión sobre una supuesta “censura” a la libertad de expresión en las redes sociales de parte del Gobierno Nacional, me permito realizar las siguientes aclaraciones.
Ante la desinformación provocada por la prensa mercantilista, es preciso manifestar que las redes sociales deben constituirse en un espacio que permita el debate civilizado, con ideas y propuestas, sin incurrir en agravios o amenazas hacia los involucrados directos y terceros. Desafortunadamente, como evidenció el Presidente Rafael Correa el pasado 24 de enero, en el Enlace Ciudadano Número 408, varios usuarios de las redes sociales han ocupado este espacio para insultar, difamar y agredir, incluso escondiéndose en el anonimato, para realizar amenazas en contra de la integridad y de la vida del Jefe de Estado.
Los señalamientos del Presidente Correa apuntan, entre otras cosas, a defender el “derecho al honor y al buen nombre” de ecuatorianas y ecuatorianos, contemplado en el Art. 66, Numeral 18, de la Constitución de la República.
En este sentido, reitero que la ciudadanía tiene la plena libertad de expresar su apoyo o desacuerdo sobre cualquier tema a través de redes sociales, siempre que lo haga de forma respetuosa y constructiva. Lo cuestionable es que estas vías sean utilizadas como medios para difundir insultos, vulgaridades y hasta amenazas de muerte, que podrían constituirse en delitos a ser juzgados penalmente.
No en vano, las sociedades contemporáneas buscan practicar un principio que puede resumirse en las palabras de Jean Paul Sartre: “La libertad personal termina donde inicia la libertad del otro”; lo que necesariamente incluye a todo tipo de libertad: de expresión, de profesar una religión, etc.
A propósito del tema, es necesario recordar que, en varios países alrededor del mundo -como Estados Unidos, Reino Unido, Chile, por citar algunos ejemplos-, usuarios de las redes sociales han sido sentenciados por emitir comentarios ofensivos o amenazas a través de estas, sin que por ello signifique menoscabar la libertad de expresión. Recordemos, por ejemplo, el caso de Donte Jamar Sims, de 22 años, quien fue declarado culpable y sentenciado a cumplir una pena de seis meses de cárcel, por haber amenazado de muerte al Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Asimismo, cabe aclarar que organismos internacionales como la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y la propia CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), a través de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, han dado a conocer declaraciones y publicaciones que hablan de libertad en las redes pero no para insultar, amenazar la vida, promover el odio, o difundir improperios que ofendan o atenten en contra de la honra e integridad de cualquier ser humano. La postura del Presidente Rafael Correa es parte de una preocupación permanente, expresada ya a través del Ministerio del Interior, para salvaguardar a todos aquellos ecuatorianos que han recibido amenazas por medio de las redes sociales.
Me hago eco de las expresiones del Presidente Rafael Correa: “en nombre de la libertad de expresión no se puede insultar, difamar ni mentir”. Precisamente, para contrarrestar a quienes utilizan las redes sociales con fines ofensivos, se creó la página www.somosmas.ec. El sitio web contribuirá a que la ciudadanía se empodere en la defensa de sus derechos y se garantice, así, una verdadera libertad de expresión en las redes sociales.
Por las consideraciones expuestas, en virtud del Derecho a la Réplica, contemplado en el Artículo 24 de la Ley Orgánica de Comunicación, solicito la publicación de esta carta en su medio de comunicación.