Motivado por el interés suyo en buscar los mecanismos más adecuados para disminuir las tasas de interés con las que vienen operando los bancos, es importante recordar lo siguiente: El tema en referencia ha sido motivo de largas discusiones en los diferentes gobiernos, pese a lo cual no ha sido posible encontrar “un punto de equilibrio” entre las utilidades que merecen ganar los bancos y el costo deldinero para el público en general.
Uno de los proyectos que más interés despertó, hace algunos años, en el Congreso Nacional fue el presentado por el entonces diputado León Febres Cordero, por el cual se ataban o ligaban las tasas de interés activas, con las pasivas, con lo cual si los bancos decidían “cobrar” tasas altas por los préstamos que otorgaban, se obligaban automáticamente a “pagar” tasas altas por los depósitos que recibían.
El proyecto llegó a ser aprobado por la comisión respectiva, pero fue negado en el Plenario, al descubrirse que había sido presentado por un diputado del Partido Social Cristiano al entender, la mayoría de ese entonces, que con su aprobación, el diputado y el partido mencionados, iban a robustecerse políticamente.
La regla para definir las tasas de interés se fundamentaba en la aplicación de una relación aritmética entre las dos tasas, concretamente un porcentaje de la una respecto a la otra y más específicamente en una “proporción directa” entre las dos, pese a cuya bondad se negó el proyecto “sin ningún razonamiento técnico”.
La idea queda planteada y Ud., señor Presidente, al tener interés en solucionar este dilema vale la pena que la considere, evitando elucubraciones matemáticas entre los funcionarios del Banco Central y los de las Juntas de Política Económica y Financiera, porque una idea es buena o mala, no por su sofisticación, sino básicamente por la facilidad para aplicarla.