Muchos adultos no hemos perdido la costumbre de escribirte y pedirte cosas por la Navidad, solo que en esta ocasión te escribo para prevenirte.
Cuando nos visites quítale las placas a tu trineo, por aquello del pico y placa además, si al bajar por la chimenea en algún hogar encuentras la mesa puesta en tu honor, con lomito asado, pavo, lechón o un simple pollito ¡no te los comas! La carne puede ser de toro de lidia, si le echas ojo al pavo, mejor hazte el de la vista gorda, puede que lo hayan emborrachado y luego matado de un estirón de patas y pescuezo, te pueden acusar de estar de acuerdo con la crueldad animal, y con respecto al pollo, ni lo pienses, seguro tiene hormonas femeninas y ahí sí quién responde, el cerdito negado también, seguro al pobre le dieron fin sin haber conocido los avatares de la vida.
Si después de tomar unos cuantos vasos de agua, decides ir a caminar por el lindo y arruinado Centro Histórico, ¡cuidado!, porque dicen que anda suelto el Chusalongo disfrazado de alcalde, según se sabe ha hecho horrores en la ciudad.
Espero que luego no digas que no te lo advertí.