Carta económica al Presidente

Señor Presidente, con el propósito de hacerle una respetuosa recomendación desde mi visión de economista liberal clásico, me permito sugerirle lo siguiente:

El sistema actual es insostenible, no por la ausencia de Estado, sino por su omnipresencia, por ser un pesado leviatán. La cadena dinamizadora de la economía para los economistas de libre mercado es: Ahorro-Inversión-Producción-Empleo-Ingresos-Consumo-Impuestos proporcionales (de tarifa única y al consumo)-Bienestar Social. Para promover el Ahorro, debemos cambiar el sistema de seguridad social de reparto por uno de capitalización individual como en Chile, pero para que el IESS no desaparezca (y se empobrezcan los actuales jubilados), hay que hacerlo competir con administradoras de fondos privadas (AFP´S).

Para los neokeynesianos o socialistas democráticos la cadena dinamizadora es exactamente al revés, o sea: Bienestar Social- Impuestos Progresivos (sobre la producción) o Endeudamiento-Gasto Público-Consumo-Ingresos-Empleo-Producción-Inversión Pública y Déficit Fiscal. El desempleo es para ellos el problema, no les preocupa ni la inflación ni el ahorro, creen que dinamizando el consumo, se reactiva la producción. Si tienen que contratar personal aun cuando sea para efectuar trabajos improductivos y burocráticos, lo hacen. Su modelo es cortoplacista, el propio Keynes lo reconoció cuando dijo: “En el largo plazo, todos estaremos muertos”.

Los modelos cortoplacistas pueden hacer crecer al país uno o pocos años (i.e. “el milagro ecuatoriano”). Para desarrollarnos en el mediano y largo plazo, necesitamos modelos estructurales, como el libre mercado; no coyunturales como la economía mixta socialdemócrata e intervencionista keynesiana.

El keynesianismo es Socialismo y el liberalismo clásico es Capitalismo. Los países pobres son socialistas, las naciones ricas son liberales clásicas ¡Aprendamos de la Historia y dejemos de probar recetas fracasadas!

Suplementos digitales