¿Qué nos sorprende?
La comidilla de los diarios y de las redes sociales ha sido enterarse que la Presidenta de la Asamblea compro una lujosa casa con un crédito a 15 años dado por el Biess, lejos de pensar que se ha dado con la piedra en la boca al mandar a que los ricos coman mierda, debemos reflexionar y ver que ella no es la única que puede darse esos lujos, sino que junto a ella está toda una casta política que parasita y vive de los onerosos sueldos que deja la política, porque está a todas luces ha dejado de ser una vocación de servicio para convertirse en una auténtica profesión a la que muchos acceden por virtud, oportunismo o palanqueo. Opositores o defensores del régimen, todos se lucran de los jugosos sueldos que cobran aunque falsamente se explayen con discursos que propugnan la igualdad y la justicia social. La casta política que nos gobierna es la única que accede a bienes que para el ciudadano de a pie, con o sin profesión, ni en el más estrambótico de los sueños tendríamos la posibilidad de cumplir en una sola vida.