Diplomacia

La diplomacia tiene varias acepciones, una de ellas dice “Sentido común y comprensión aplicados a las relaciones internacionales. La aplicación de la inteligencia y el tacto a la dirección de las relaciones oficiales entre gobiernos de Estados independientes”. Parecería ser que el canciller Patiño ha actuado fuera de este ámbito en el caso del problema suscitado con los legisladores alemanes que no pudieron ingresar al Ecuador para visitar el Yasuní y más aún la cancelación de la cooperación alemana para cuestiones del medioambiente, va a devolver los 7 millones de euros que recibió con este objetivo, y, lo que es peor que va a donar 7 millones más para la capacitación de los diputados germanos, un gesto inamistoso y ofensivo. ¿De dónde va a sacar ese dinero, de su bolsillo o del erario nacional? Da la impresión que el Jefe de la diplomacia ecuatoriana actúa como político y no ha tenido el tacto suficiente para resolver el problema de una manera más sencilla y amistosa, parece un dirigente político con una ideología retrógrada y sin sentido. Aquello de la soberanía no cuenta en estos casos, vale más la cortesía y el respeto a los países amigos.

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