Frente a la carta enviada a diario EL COMERCIO y publicada con fecha 7 de octubre, tengo un par de consideraciones:
1. Declaraciones que inciten al odio.
“Gordita horrorosa”, “caretucos”, “ladilla”, “vende patria”, “Así que chicos, ustedes resuelvan el problema, ustedes son 400, los otros 50, díganle a esos majaderos que aprendan a ser democráticos, que aprendan a debatir con ideas, no con la prepotencia de siempre”, “Si quieren matarme, ¡mátenme! “¿quien fue el estúpido que dijo eso? ¡Usted Señor Presidente!”.
Todas esas son frases, excepto la respuesta a la última pregunta, que las pronunció el presidente. Por supuesto que faltan muchísimas otras, pero por espacio y porque no me gustan los insultos, no las escribo todas.
2. Responsabilidad
Si los medios tienen participación ulterior y por tanto son responsables de lo que dice un tercero: ¿Por qué no se han iniciado procesos judiciales contra todos los medios incautados y que infaltablemente transmiten las “flores” del Presidente?, ellos también tienen culpabilidad a la hora de transmitir frases que incitan al odio. ¿Cuándo empieza el juicio contra esos medios?
Si vamos a multar a una medio de comunicación por incitar al odio, o por publicar mentiras: que la sanción se aplique también a los medios bajo la administración del Régimen actual. Que la ley también sea observada y no ultrajada por el presidente.