Reciba usted un atento y respetuoso saludo de todos quienes conformamos la Armada del Ecuador y, al mismo tiempo, pongo en su conocimiento que he tomado conocimiento del contenido del artículo intitulado “Transparencia, Presidente”, publicado en EL COMERCIO, el 26 de septiembre de 2018. Al respecto, es mi obligación moral, ética e institucional, como Comandante General de la Armada, dejar constancia de nuestro desacuerdo con relación a algunos de sus comentarios, en aras de la transparencia y el respeto a los altísimos servicios que la Armada del Ecuador ha entregado a nuestro País, a través de su Historia.
En el contexto de lo expresado en el párrafo anterior, me permito informar que el Servicio de Dragas de la Armada, Serdra, ha ganado una gran experiencia técnica y profesional a través de 47 años de servicio, convirtiéndose, a nivel nacional, en el órgano técnico estatal de mayor experiencia en la gestión de dragado. Algunas de sus obras más connotadas han sido: el relleno hidráulico de ciudad de Babahoyo, la Perimetral e Isla Trinitaria; el dragado del canal de acceso al puerto de Guayaquil; el dragado de los puertos de Esmeraldas, Puerto Bolívar, Manta y la Central Hidroeléctrica de Paute y, además, el dragado para fines de la seguridad a la navegación.
La afirmación de que ha existido un “Procedimiento especial sin concurso”, no es concordante con lo que dispone la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación Pública, en cuanto a que las entidades estatales están facultadas para realizar régimen especial para los contratos que celebre el Estado con entidades del sector público, que es lo que corresponde al presente caso. En ese sentido, el Gobierno Autónomo Descentralizado Provincial del Guayas adjudicó el contrato al Serdra, con el propósito de realizar el “Dragado de la II Fase y disposición de sedimentos de los alrededores del Islote el Palmar, en la Provincia del Guayas”; para lo cual, previamente, el Serdra cumplió con todos los requisitos y parámetros impuestos por la entidad contratante, como son: experiencia, capacidades técnicas, capacidades profesionales, vigencia tecnológica, valor agregado nacional oferta económica.
Es muy importante aclarar la observación relacionada con: “No tenemos draga, la contratación de esta se maneja por separado”, en el sentido de que, a nivel nacional, no existe ninguna empresa, pública o privada, que tenga la capacidad instalada de tener una draga exclusiva para realizar un trabajo específico como es el dragado del islote “El Palmar”; por lo tanto, se debe contratar o adquirir una draga para la ejecución de los trabajos, observando la Norma de Contratación Pública y llevando a cabo procesos que no se gestionan por separado, toda vez que el Serdra es una Entidad adscrita al Presupuesto General del Estado y por lo tanto, la ejecución de su presupuesto debe cumplir con las directrices emitidas por el Ministerio de Finanzas y por el Servicio Nacional de Contratación Pública, enmarcado en programas y proyectos aprobados por el ente rector de las finanzas públicas.
Con respecto a la interrogante de “Cómo por cuanto y con quienes se ha negociado la traída de la Draga”, como se aclaró, el Serdra es una Entidad del Presupuesto General del Estado; por lo tanto, para el cumplimiento del contrato ya referido debe acatar la normativa legal concerniente a la Contratación Pública y Financiera, en todas las adquisiciones de bienes y servicios que se requieran para realizar los trabajos de dragado.
En ese sentido, la afirmación de que se ha negociado la traída de una draga no tiene fundamento y hasta la presente fecha no se ha negociado y ni adquirido ninguna; ahora bien, cuando sea necesario hacerlo, los procesos de contratación de bienes y servicios serán llevados a cabo conforme a los parámetros y principios establecidos en la Ley Orgánica al Servicio de Contratación Pública y con la transparencia que le ha distinguido siempre a nuestra Institución.
En el comentario de: “…días atrás conversé con altos oficiales de la Fuerza Naval, los felicité porque la Prefectura de la Provincia del Guayas les había adjudicado un procedimiento especial, sin concurso, el dragado del Río Guayas…” Al tratarse de miembros de Fuerzas Armadas, y bajo los principios de lealtad, disciplina y jerarquía, nos obliga a expresarnos siempre con la verdad y con pleno conocimiento de lo que decimos; por lo tanto, la conducta de los altos Oficiales de la Armada que supuestamente han hecho tales aseveraciones, irresponsables y alejadas de la verdad, se adecuaría a lo estipulado en el Reglamento de Disciplina Militar por dar información, imprecisa y alejada a la verdad. Por lo cual sugerimos para futuras redacciones previamente se verifique y se contextualice la información o su vez se sea solicitada por medios oficiales.
En un sistema democrático que garantiza los derechos ciudadanos y la institucionalidad de los órganos del Estado, mencionar que: “En el correato, el 2008, se declaró estado de excepción en Petroecuador para que la empresa la maneje la Fuerza Naval que prestó su nombre, cuando desde el entorno de Correa se hacían los negocios que luego se convirtieron en grandes pillerías”, constituye una grave acusación pues directamente se está imputando un acto de cooperación a actividades ilícitas que la Armada del Ecuador jamás ha conocido o mucho menos a formado parte, por lo tanto se insta a que se compruebe y se describa en que negocios la Armada del Ecuador ha prestado su nombre con el objeto de poner en conocimiento de las autoridades competentes, bajo el precepto del deber de denunciar, tal como lo establece el artículo 422 del Código Orgánico Integral Penal.
Finalmente, quiero expresarle a usted, señor abogado León Roídos, que la Armada del Ecuador siempre ha estado dispuesta a esclarecer las dudas ciudadanas, en cualesquiera de los ámbitos de gestión institucional y siempre con la mejor predisposición; y si existen errores, para nosotros es fundamental corregirlos, como corresponde a una institución compuesta por hombres de bien, porque entendemos que nada es perfecto y que todo debe hacerse para ser mejores y mantener lo que siempre ha sido una parte sustantiva de nuestra mística institucional: el servicio a nuestro País, mucho más allá de cualquier renglón dictado por el deber.
Esas son las razones que nos han motivado a dejar en claro esta incómoda situación, que finalmente, aún nos es imposible de entender las razones por las cuales hemos sido expuestos, tan injustamente, ante la opinión pública y menos aún comprensible, tratándose de usted, a quien siempre hemos considerado y respetado por sus cualidades profesionales y ciudadanas.