Carreteras abandonadas

Orellana, es la provincia 22 del Ecuador, creada el jueves, 30 de julio de 1998, de este lugar a diario salen 315 mil barriles de petróleo, dejando enfermedades, cáncer a la piel, al estómago y contaminación a en las comunidades indígenas y colonias de su jurisdicción, el agua de los ríos Napo, Coca, Payamino y de su zona hidrográfica como el Tiputini, Yasuní, Aguarico, Jivino, Cononaco, Nashiño, Indillama y Suno, ya no está apta para el consumo humano, agrícola, pecuario, ganadero vacuno o caballar... Simplemente están contaminados por la exploración y/o explotación petrolera... Durante los años 2001 y 2002, las provincias de Orellana y Sucumbíos, mediante la Asamblea biprovincial para contar con el asfaltado de las carreteras vía Coca-Loreto-Tena y Coca-Lago Agrio-Quito, ejecutaron paralizaciones con cierre de las carreteras, de la producción petroleras y la toma de aeropuertos, acciones reivindicatorias que fueron reprimidas con acciones militares y policiales que al repartir bala, bombas lacrimógenas y garrote limpio dejaron como resultado muertos, heridos, perseguidos políticos y la firma de acuerdos tibios que para hacerlos cumplir se requirió de fuertes paralizaciones. Y Orellana reclamaba sus derechos con paro, los cuales hoy son criminalizados y nadie se atreve a hacer más paros. Luego de una década las carreteras se encuentran con desniveles, hundimientos, baches por doquier y requieren urgentemente un reasfaltado o una nueva carpeta asfáltica y señalética como se ha hecho en la vía Pastaza-Baños a la usanza de la revolución ciudadana que esperamos llegue a Orellana, pero pronto. O esperamos que primero ocurran los accidentes de tránsito para luego tomar las “precauciones”. Recordemos que “la justicia cuando llega tarde, ya no es justicia”.

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