La Revolución del Siglo XXI ha traído asombrosos cambios.
La forma de vestirse, desalineada e impropia con que se presentan las altas autoridades, olvidando que vestirse correctamente significa respeto a sí mismo y respeto a los demás, incluidas las clases populares.
El vocabulario, expresiones groseras, ofensivas, burlonas, despectivas, juicios con beneficios económicos por quítame esta paja, menosprecio a funcionarios y países extranjeros pretextando soberanía, sorprende el tiempo que emplean en vulgaridades.
Ese mal ejemplo, esa prepotencia talvez están usando en el exterior los “diplomáticos” que seguramente son los nuevos PhD en diplomacia.