Estimo que las cuantiosas notas diplomáticas efectuadas por nuestro Gobierno hacia otros gobiernos del universo no han tenido eco en cuanto a paliar un tanto esta pandemia universal, solo se van a recibir préstamos a pagarse al FMI por 2 mil millones de dólares, ¿servirán para comprar alimentos, medicinas y otros materiales para salvaguardar la vida humana? De igual manera las innumerables empresas tanto industriales, comerciales y de servicios, no han respondido al clamor de la clase trabajadora, muy a pesar de las reservas contables que deben figurar en sus libros para estas contingencias especiales. Todos han fallado, sin embargo, el clamor humano es latente. Por otro lado, es de apoyar la vida humana en el planeta, no como ciertos “altruistas” en terminar con la humanidad se han hecho presente. Conociendo la existencia de cuantiosas y extensas hectáreas vacías en cada país y en cada continente, y únicamente para comercializar con la vida humana, la quieren destruir inventado enfermedades de laboratorios, como es el coronavirus. La cooperación y la compasión voluntaria deben ser las armas poderosas que tenemos que hacer relucir, para enfrentar esta pandemia e inhumanidad.
No queda otra alternativa que la vida humana debe ser salvaguardada por el mismo ser humano, prestándoles esa caridad humanitaria con alimentos necesarios, para la supervivencia. Y, las empresas en vez de mantener a sus trabajadores, los despiden para librarse de ellos, de que caridad humana se está hablando de parte de los gobernantes de los demás países y administradores de las empresas del país.
La ayuda debe ser mutua en estos momentos de pandemia. Muy escasos individuos, organizaciones privadas, empresas de todo el país no han dado ese paso importante de ayuda que exige el uso de mascarillas, agua, alcohol, jabón, que mucha gente de la periferia no los tiene y fallecen por descuido de sus gobernantes, que no consideraron en sus presupuestos estas contingencias humanitarias. Los candidatos presidenciables deben demostrar con hechos y no con palabras lo que van a hacer con esa parte importante del país que es la población.
La inclinación humana hacia la caridad desafortunadamente se ve impedida por el exceso de regulaciones y leyes que obstaculizan la caridad humana. La no existencia de los bancos de alimentos gubernamentales no permite la aplicación del Art.281 de la Constitución del Ecuador. Existen solo bancos clericales, para una provisión temporal, más no consuetudinaria. Recordemos el hambre del ser humano es continua, no es temporal.