Las protestas de estas últimas semanas han sido el punto de quiebre para el pueblo carchense que ha sido el principal perjudicado ante esta situación de crisis que ha afecto al Ecuador desde el 2016. Carchi, puerta a Colombia y en sí un eje para el comercio, ha sido desangrado comercialmente contra el peso constante en devaluaciones y principalmente ante la manufactura colombiana que ha dado un salto de calidad respecto a la nuestra, estancada y poco competitiva.
Son consecuencias de esta necesidad de la década ganada, rezagos de un proteccionismo innecesario en un momento de posibilidades de progreso industrial imposibles de conseguir en la actualidad plagada de medidas que buscan reactivar una economía que aún no da el cambio necesario para el desarrollo.