El 9 de abril del 2010 se firmó un convenio entre los Gobiernos de Ecuador y de Venezuela, para el reconocimiento recíproco y canje de licencias de conducir. Al 13 de septiembre del 2011 dicho canje no es posible realizar en ninguna institución de Tránsito del Ecuador.
Los funcionarios que allí trabajan indican que la única homologación que existe es con España, y que ellos no tienen conocimiento de dicho convenio.
En la actualidad a nosotros, venezolanos residentes en Ecuador, nos exigen la realización de un curso dictado por autoescuelas; que para quienes ya poseemos licencia de Venezuela, de acuerdo con dicho convenio, no es necesario realizar.
Pero resulta que para obtener la licencia tenemos que presentar un certificado de aprobación del curso de manejo. Estos cursos son un negocio redondo, ya que el costo mínimo es cerca del 75% de un salario mínimo.
Le dan mayor valor a la parte teórica que a la práctica a la hora de evaluar a una persona. Cuando es vox populi, y se observa diariamente en las ciudades, que la teoría de la Ley de Transporte Terrestre no es aplicada por casi nadie.