Cuando se acercan las elecciones, la política se convierte en un pan demonio, los diferentes partidos políticos se activan y tratan de obtener la mayoría de votos para ubicar sus ideas ganadoras y a sus candidatos en puestos preferenciales.
La actitud de los políticos, ahora es más pacífica que los anteriores que eran revoltosos a causa del alcohol que ingerían, en las campañas y utilizaban armas de fuego para amedrentar a sus opositores y terminaban con heridos y muchas veces con pérdida de vida humanas. Las paredes de edificios, postes de alumbrados eléctricos son empapelados con las fotos y propagandas de sus candidatos, quedando toda la ciudad con las paredes con un mal aspecto y manchadas.