El Plan de Gobierno de Alianza País 2017-2021 establece algunos principios básicos, destinados a “combatir los errores del pasado” con el objeto de que las entidades públicas no sean “cuevas de las mafias políticas vinculadas al poder económico de la oligarquía y de la banca”.
Sin embargo, algunos analistas estiman que lo único que se ha hecho, hasta ahora, es sustituir “a los partidos tradicionales por personas afines a la tendencia del oficialismo”, concentrando y controlando políticamente las Instituciones, a tal punto que , por los problemas que se habían suscitado por esta medida, el propio partido planteó, algún momento, la necesidad de reducir el “hiperpresidencialismo”, porque ello determinó que “los controladores ganaran competencias y los ciudadanos perdieran libertades”, por lo que el cumplimiento de obligaciones había desaparecido.
Aunque ya se señalan algunos cuestionamientos la ciudadanía espera del nuevo Gobierno una reorientación adecuada para que lo que se criticaba antes, no vuelva supuestamente a repetirse. Lo esencial en cada sistema es que la mística no sea devorada por la política.