El precio del barril de petróleo está disminuyendo sin indicios de recuperación, lo que no deja de ser una preocupación para nuestro país, que tiene en este producto, su principal rubro de exportación, habida cuenta que, en los últimos 7 años, representó anualmente alrededor del 50% del valor total de las exportaciones.
Parece que esta situación va para largo, lo que obliga a reflexionar sobre ¿qué hacer?, para contrarrestar los efectos de una caída brusca de los valores de exportación, especialmente para regular un mayor déficit de la balanza comercial, que puede ser inmanejable. Una de las respuestas tiene que ver con el cambio de actitud del Gobierno para que revise su política de apertura con el resto del mundo, especialmente con Estados Unidos, que a pesar de ser un país que por sus características impone las reglas de juego en cualquier tipo de Acuerdo, es nuestro principal socio comercial. Sobre el particular, desde el 2007 únicamente se ha suscrito un acuerdo comercial, muy pequeñito con Guatemala y hace pocos meses atrás, otro, de mayor alcance con la Unión Europea, que por su amplitud podría definirse como un verdadero Tratado de Libre Comercio similar al suscrito por dicho Bloque con Colombia y Perú y cuya aplicación conlleva en un tiempo prudencial, la liberación del comercio para todo el universo de bienes. La reflexión consecuentemente sería respecto a que si con la UE ya lo hemos hecho, por qué no hacerlo con otros países o grupos de países, tal como lo han hecho nuestros vecinos y esa es la sugerencia que la ciudadanía, los gremios de la producción deben hacerla al Gobierno para cambiar su actitud y su política de apertura con el resto del mundo.