En EL COMERCIO de julio 6/2012, pág. 2, publican las estadísticas de las causas de accidentes en el año 2011. Así, del total de 15 571 accidentes, “solo” 169 causas son por daño mecánico; esto es el 1 % (uno por ciento), mientras el 95 % es causa del conductor: impericia, exceso de velocidad, estado de ebriedad, no respetar los reglamentos y señales de tránsito. Estos porcentajes se mantienen desde hace más de una década, por lo que no existe una “explicación” del porqué instalaron el enorme “negocio” de la revisión vehicular, por el Municipio de Quito, y ahora también el de Cuenca, y, la Agencia Nacional de Tránsito, también anuncian que instalarán similares centros de revisión vehicular en el resto del país, para supuestamente solucionar el 1 % de las causas de accidentes, cuando lo “urgente” es solucionar el 95 % de las causas de accidentes. Ya es hora de cambiar de concepto. Lo que se requiere es dar educación para “formar al conductor civilizado”, y para esto deben crear Escuelas Públicas de Conducción de Vehículos, en lugar del “negocio” de la revisión vehicular. Así establecer la revisión-evaluación anual a los conductores, y los que no aprobaren esta revisión, se les suspendería la licencia de conducir, y se les obligaría a ir a las Escuelas Públicas de Conducción, para recibir instrucción y entrenamiento, y si pasan las pruebas en estas Escuelas, volverían a tener la licencia de conducir. Como información: en la ciudad de Miami y en el estado de La Florida, en Estados Unidos, en el año 2 000 abolieron su ley de revisión vehicular, porque no disminuía la contaminación ni el número de accidentes, pero lo que sí era evidente, son los millones de dólares que ingresaron para beneficio de los talleres concesionados para hacer la revisión vehicular, y para las instituciones de tránsito.