Quiere decir salida, en este caso, del Reino Unido de la Unión Europea. El acontecimiento ha significado una hecatombe para el mundo y las bolsas de valores se han desplomado. Como el relevante pretexto fue el de los refugiados, viene la xenofobia y sus terribles consecuencias sintetizadas en los ataques del Estado Islámico. El Acuerdo de Libre Comercio e Inversiones TTIP entre EEUU y la Unión Europea, réplica del que está inicialmente pactado entre Washington y los países del Pacífico, sufrirá serio deterioro. Se anima el desmembramiento de países que quieren ser autónomos y la renuncia de Cameron obligará a formar nuevo gobierno. Los restantes 27 países miembros de la UE están preocupados, menos el Ecuador donde nuestros ‘expertos’ analistas opinan que no pasa nada, el Canciller en Inglaterra declara que en Venezuela todo es alegría y que el irrespeto a nuestros DD.HH. es un invento de dos o tres ONG interesadas, amén de que don Julián vive lindo en Londres, con lo cual cree haber hecho méritos suficientes para tornarnos alhajas y se nos acepte condiciones en la firma del Tratado que tiene plazo hasta diciembre. ¡Hay que reconocer nuestra buena política internacional!