Un prestigioso diario nos trae ‘Cuando el país del fútbol se vuelca contra el Mundial’; creo que no solo ‘mujeres, fiestas y, cómo no, fútbol’, talvez no conocen pero sobre todo es un imperio industrial, fábricas de todo tipo de aviones, automóviles, Navíos, maquinarias, agrícolas, etc.
Además, respaldado de un capital humano académico, una potencia de grandes compañías constructoras de escala internacional de mucho prestigio, respaldado por una riqueza natural incalculable, tecnología de punta e investigación cuidadosa son intereses externos para alterar la paz del pueblo del Brasil y lo convierten en otra Siria -recuerden que un congresista de un imperio se refirió qué Suramérica es el patio trasero. Obvio que tiene que haber pobreza, en los países ricos también existe.
Pero están calladitos. Pienso que se ha iniciado una guerra sucia, para no permitir el desarrollo económico y el imperio en decadencia, en crisis económica, al no poder competir por el alto costo de su mano de obra. Obviamente, tratan de meter la mano, distraerlos creando el caos interno. Lula habiendo sido un obrero sindicalista, tenía latente los problemas sociales del Brasil y su sucesora la presidenta Dilma Rousseff, trata de cambiar, pero estos cambios sociales no son de la noche a la mañana.
El gasto para el Mundial 2014 es un despilfarro en vez de utilizar esas millonadas en bienestar social como: salud, educación, viviendas, etc., como siempre los únicos beneficiados son los de la FIFA, que se embolsicaran millones de dólares.