El sistema de salud brasileño decidió dejar de lado la oferta de médicos cubanos debido al deficiente entrenamiento de los galenos de la isla. Excelente demostración de soberanía, dignidad y sentido común de un país sudamericano. Contraste notorio con aquellos que toman decisiones políticas en Salud Pública, al calor de cantarle al Che y luego de gritar, a todo pulmón, el manido eslogan: “hasta la victoria siempre”. Así nació la orden de comprar medicamentos esenciales a Cuba. Pues bien, ¿sabrá el líder que muchos de esos medicamentos no han sido entregados en las cantidades requeridas y en los tiempos acordados? En el 2009 crearon Enfarma, empresa nacional “productora” de fármacos, hoy convertida en “importadora” de fármacos cubanos (?). Nos dijeron que con el Incop habíamos ahorrado millones de dólares. Excelente noticia, pero, ¿no será que buena parte del ahorro se originó en el escaso número de ofertas que tuvo la subasta inversa? Sabia deducción, “cuando no compras medicamentos, en realidad ahorras”. Esto es parte de lo que hemos logrado con lo que Cuba no da y, claro, Salamanca no presta.