Como lo dijo Nietzsche y con el debido perdón de mis dulces y adorables hermanos, los borregos; debo señalar que para que una sociedad humana sea auténtica, esta debe estar conformada por individualidades y no por repetidores obedientes de órdenes o de tendencias. En este caso se trata de cuestionar la inesperada noticia de la supuesta afiliación obligatoria por parte de los trabajadores independientes al IESS, sean estos taxistas, zapateros, peluqueros o arquitectos, médicos o ingenieros.
Si para los profesionales (consultores) ya la supuesta imposición es onerosa, no se diga para los trabajadores y artesanos. Todos deberíamos terminar entregando casi la mitad de nuestros ingresos al Estado… 10% a la renta, 12% al IVA y 20,6% al IESS, lo que suma un total de 42,6%. ¡Inconcebible y muy difícil de afrontar!