Algunos jubilados en el Ecuador no cobran su liquidación en dinero efectivo. Reciben cuentas de bonos del Estado que no pueden ser vendidos por el valor sobre el cual son emitidos sino, probablemente, con un descuento o castigo de hasta un 30%. Pero según expertos, esta negociación es posible solo si existe demanda en el mercado.
Las emisiones, efectuadas entre finales de septiembre y la primera semana de octubre, cubren, en principio, a las jubilaciones del Magisterio y alcanzan a aquellos jubilados que quisieron retirarse voluntariamente.
Se trata de un tema sujeto a la ley de oferta y demanda que es la base del mercado de valores que, por otra parte, no es suficientemente robusto en nuestro país. Por otro lado, estos bonos son papeles de largo plazo que no pueden ser comercializados de inmediato en instituciones estatales, ya que su emisión contempla un mínimo de seis años de gracia antes de su posible transacción.
Mientras más largo sea el plazo para poder negociar estos bonos es más limitada la posibilidad de que los titulares puedan acceder a su dinero en efectivo, ya que la expectativa de vida de un jubilado es menor cada año que pasa.
El decreto se aplica en un 100% del valor que debe reconocer el Estado a los jubilados. Los analistas consideran que detrás de la fórmula hay un factor de falta de dinero líquido para cubrir estas jubilaciones, Acaso podría mostrar una debilidad de recursos de la caja fiscal.