Señor Presidente Moreno, usted prometió, entre otras cosas, hacer una cirugía mayor a la corrupción, pero su promesa no ha pasado de paños tibios y ha tratado de calmar la demanda popular enviando a la cárcel al señor Glas con la pena menor de las que merecía. Las cárceles esperan por una cantidad enorme de personajes que son señalados con el dedo y es un secreto a voces que delinquieron mientras desempeñaron funciones públicas.
Cada día se destapan ollas de las que salen sapos y serpientes. Se conoce de mala utilización de bienes públicos e incautados, estos últimos solo han reportado pérdidas que tenemos que asumir los ecuatorianos. ¿Por qué no se procede a la venta de bienes como Seguros Sucre, presidida por un señor cuestionado y que por dignidad debió haber renunciado?
Como usted bien dijo en uno de sus discursos, los cuatro años de su mandato no bastarán para destapar tanta corrupción, y tiene razón, más aún cuando no cuenta con el apoyo de entidades de control como son la Superintendencia de Bancos, Procuraduría, Fiscalía y otras que pasaron inéditos en la última década, manejadas por personajes que ganaron notoriedad por su pasmosa actuación frente a hechos que rayan en lo delictivo.
Hay ollas que aún no se han destapado y que con seguridad no se encontrará nada bueno cuando se lo haga con transparencia, como es el caso de CNT, Banco del Pacífico y hasta el propio BIESS, aunque este último no es propiedad del Estado ha sido manejado por el mismo y por gente adepta al partido de gobierno. Sería bueno hacer una auditoría a los préstamos concedidos por Banco del Pacífico y BIESS, para ver la probidad con la que fueron otorgados.