Pues, hemos escuchado por muchos años el título de una película muy querida: ‘Las bicicletas son para el verano’; en nuestro Quito de hoy, del presente: las bicicletas son para todos los días del año.
Desde el instante de ingresar a la oficina para inscribirte, te atiende gente joven, amable, educada, te guían; en menos de media hora sales con la tarjeta para utilizar las bicicletas del programa del Municipio capitalino, otro punto a favor.
No tiene costo, los usuarios las sentimos como propias; que este tipo de programa tenga el apoyo del recién electo Alcalde capitalino. El Quito que queremos, sigue caminando. No dejemos de pedalear.