Cumbayá, que conserva su placita y su iglesia coloniales, sus calles estrechas, con sus casas de mil formas y colores, que hoy contrasta con la ciudad moderna, que con urbanizaciones ajardinadas, con centros comunitarios modernos, se ha convertido en la ciudad del buen vivir, que es el anhelo de muchos en vivir en ella.
Las obras de la Ruta Viva, desde San Patricio a la Primavera, con sus grandes movimientos de tierra, sus impresionantes rellenos que van a sobrepasar en altura a las construcciones y casas vecinas por donde cruza de oriente a occidente. Creando con esta importante obra una gran ‘muralla china’, que divide a Cumbayá en dos .
Al Alcalde olvida los problemas urbanos de Quito, que por su topografía tiene muchas barreras naturales, que dificulta su normal desarrollo, hoy con criterio urbano moderno, crea una barrera con la Ruta Viva, que solo dispone de cuatro pasos en el sentido norte sur, en toda su longitud. Es esta, una forma de planificar para el futuro de Cumbayá .