Son las 21:00 del martes 11 de octubre del 2011, llega el carro de la recolección de basura con cuatro personas vestidas con abrigos de caucho amarillo y solo porque había un vehículo estacionado cerca de los tarros de basura no se llevaron las fundas, a pesar de explicarles que no se podía mover el vehículo porque estaba dañado. Estos hombres reciben su sueldo del pago mensual que realizamos en las planillas de luz, por lo tanto no es justo que por la pereza de cargar 10 fundas de basura unos 8 metros más de lo acostumbrado no cumplan con su obligación, en un edificio en el cual habitamos 12 familias.