Durante la guerra fría los EE.UU. tenían bases militares rodeando a la Unión Soviética en 29 países, entre estos países se encontraban Alemania, Francia y España. En la actualidad, EE.UU. tienen 582 bases militares en 42 países con todo tipo de armas del Ejército, Marina y Aviación, algunas de ellas tienen armas atómicas. En las bases guarnecen miles de soldados con alojamientos para sus familias; son verdaderas fortalezas. Este antecedente es necesario para afirmar que en Manta nunca tuvimos una base militar de los EE.UU., lo que hubo fue un FOL, o sea, un Forward Operations Location( Puesto Adelantado de Operaciones en español), alojado en la Base Aérea de Manta al mando de un coronel de nuestra Fuerza Aérea. Las operaciones autorizadas no fueron militares si no de control de tráfico de drogas. El señor Correa que interpretaba a su manera la soberanía de los Estados decidió que el control de tráfico de drogas de ese puesto extranjero violaba nuestra soberanía y dispuso su salida; sus seguidores revolucionarios aplaudieron a rabiar la decisión y nos quedamos sin control técnico del negocio criminal; las avionetas cargadas de drogas o de billetes despegaban y aterrizaban en cualquier carretera por que los radares chinos nunca funcionaron; los submarinos artesanales y las lanchas rápidas proliferaron a pesar del esfuerzo de nuestra Armada; por las carreteras circuló droga. Lenin ha reconocido nuestras falencias y ha pedido apoyo a los países desarrollados, esperamos que los acérrimos defensores de la soberanía entiendan que el combate a la droga rebasa las fronteras. Estoy de acuerdo con lo expresado por Thalía Flores en su columna de EL COMERCIO que indica que la soberanía no se pierde cuando se invita a otro Estado para proteger a sus ciudadanos.