Finalmente, luego de un sorprendente y apresurado festejo, tres días de plantones, dieron un pare a una posible victoria del oficialismo en primera vuelta.
Como resultado se puede concluir que nuestro Ecuador, no es más que una división de culturas, pensamiento e ideologías las cuales tienen que ser muy respetadas y debatidas.
A poco más de un mes de las elecciones del 2 de abril, es importante que mentalicemos bien nuestro voto, tenemos tiempo para escuchar las diferentes propuestas que los finalistas nos dispararán estas semanas y debemos deducir cuales son las mejores.
No podemos ser ciegos y dejarnos llevar por simples ofertas que favorecerán nuestros propios intereses, es momento de unirnos y de pensar en lo más conveniente para nuestro país. En la actualidad vemos como países de nuestra región sufren hambre, desempleo, falta de medicamentos, servicios básicos e injusticias y es sorprendente ver como sus cabecillas repletan sus bolsillos.
Los ecuatorianos, sin importar nuestros favoritismos, no queremos llegar a eso; y para esto necesitamos elegir un líder que no busque en el poder un negocio, que respete nuestras libertades y que sancione sin reparo alguno cualquier indicio de corrupción.